martes, 20 de mayo de 2008

Escritura sin sensibilidad

Estimado Pepeleón:
Agradezco tus didácticos comentarios, tales como los referidos a las “Teorías Psicoanalíticas”. Son las ventajas de comunicarse con alguien inteligente: Constantemente aprendes cosas, aunque en esto, como en el amor, siempre hay uno que se entrega más; En este caso, tú, que atesoras la infinita paciencia requerida para leer mis entradas. Sin embargo, quiero comentarte que la mayoría de mis “blogazos” están escritos en el tiempo que tarda en actuar la Articaína . Y no digo esto porque quiera eludir mi responsabilidad sobre los mismos, sino hacer constar la ardua tarea que supone inspirarse en ese ambiente tan particular.
No conozco ningún manual de estilos literarios que incorpore el “género anestésico”; Por eso, me atormenta la pregunta de si ello no influirá en el discurso: ¿Serán los mensajes altamente soporíferos? ¿Inducirán somnolencia en el receptor? ¿Transmitirán una imagen de apatía? ¿Inhibirán los mecanismos de la Lengua? ¿Paralizarán las normas gramaticales? ¿Decaerán los significados al transcurrir los minutos?
Y aún tengo más dudas:¿Percibirá el que los recibe intensas parestesias? ¿Se adormecerá su espíritu crítico? ¿Se bloquearán sus emociones? ¿Se arrullarán o, más bien, se aturullarán sus neuronas? ¿Inducirán estos párrafos al letargo de sus fantasías? ¿Languidecerán sus principios? ¿Se volverá insensible?..
En fin, Pepeleón-Job, que “te seguiré escribiendo hasta que la anestesia nos separe”
(Y tu cuerpo aguante).
Tordon
PD:Sí, con tres entradas en un día, podríamos hablar de "impulso demoníaco"

3 comentarios:

Pele Ón dijo...

Por alusiones:
En el amor siempre hay alguien qu se entrega más, y el remedio, como de costumbre para los que quieran ser héroes, es entregarse todo. El amor de verdad, lo reconocerás porque duele.
En cuanto al contenido, tenemos un gran ejemplo en la poesía. Es igual qué contar, incluso insulsicias (¡vaya neologismo acabo de parir!) con tal de adornarlo adecuadamente y hacerlo bonito a los oídos, al tálamo (cerebral-emocional, que no nupcial) o incluso para algunos, las orejas, que no oidos (o entendederas que decían en mi pueblo). Yo desde las profundidades de la consciencia, intento abordar la superficialidad. Tú, mi complementario, desde la banalidad exploras las honduras del pensamiento.
La verdad que los blogs carecen de crítica literaria, y sólo nos leen aquellos a quienes les gustamos. Por eso me apunté a Ballet. Quiero hacer algo que se me dé putapénico, y no veas lo que mejora mi autoestima; más ridículo no puedo hacer, pero ahí me tienes...
No sé si te he respondido o no, si te ha gustado o no, pero me importa un web. En todo caso, y como sustituto del sillón psicoanalista, como estés pendiente de lo que piensa de tí el observador, apaga (y paga) y vámonos con la música a otro mundo.

Anónimo dijo...

Gracias por tu certero y profundo comentario.
A mí también me gusta "El Canto del Cisne", pero prefiero que lo bailes tú.
T.

Anónimo dijo...

Lógicamente,me refería al "Lago de los Cisnes",de Tchaikovsky.
¡Malditas prisas!
¿O me habrá traicionado el subconsciente?
T.