Berta Pappenheim era una histérica en toda regla: Calambres intestinales, asco por la comida, pérdida del equilibrio, fatiga rayana en la parálisis muscular, sudores nocturnos, hipersensibilidad a la luz, mareos, y muchos de esos síntomas que todos tenemos de vez en cuando. Agobiada, consultó a un eminente galeno de su época, el Dr.Breuer, un trabajador incansable que –paradójicamente-, descubrió el vago. (Y la relación de este nervio con el mecanismo respiratorio, algo que hoy en día conocemos como reflejo de Hering-Breuer; también contribuyó al esclarecimiento del papel de los giroscopios -canales semicirculares- en nuestro oído interno).
Pero, a lo que iba, el Dr. Josep observó que la joven sentía un gran alivio cuando hablaba sobre sí misma, aunque también constató que la enferma evitaba en sus disertaciones hablar de lo esencial, de las motivaciones de su histeria. Sin embargo, bajo hipnosis, en ese estado en que queda abolido el pudor, la paciente mostraba sus pensamientos más íntimos y, tras ello, los síntomas histéricos desaparecían.
Comentó el Dr. Breuer esta forma de tratamiento con su colega Freud y éste, más avispado, o con más tiempo para dedicarse a las histéricas, inventó el psicoanálisis.
Pero, a lo que iba, el Dr. Josep observó que la joven sentía un gran alivio cuando hablaba sobre sí misma, aunque también constató que la enferma evitaba en sus disertaciones hablar de lo esencial, de las motivaciones de su histeria. Sin embargo, bajo hipnosis, en ese estado en que queda abolido el pudor, la paciente mostraba sus pensamientos más íntimos y, tras ello, los síntomas histéricos desaparecían.
Comentó el Dr. Breuer esta forma de tratamiento con su colega Freud y éste, más avispado, o con más tiempo para dedicarse a las histéricas, inventó el psicoanálisis.
Y es que expresar lo que se siente constituye una magnífica (y económica) válvula de desahogo. Tratar de conocerse y además, contarlo, -incluso por escrito y sin hipnosis-, también es liberarse.
Y todavía algún estúpido me pregunta por qué demonios escribo un blog.
Tordon
1 comentario:
Querido Alfredo y/o Tordón: Deduzco, por la apabullante lista de comentarios, que también tienes un reducido grupo de acólitos, pese a lo cual, mantienes un más que aceptable nivel literario en tu redacción. Te felicito por todo ello, y animo a seguir. La más bella flor del más recóndito valle florece por sí misma, no por quien pueda disfrutarla.
No sé si eres el Alfredo que ha leído y comentado en mi blog (peleones.blogspot) pero te lo agradezco. Casualmente, tengo algunas entradas sobre alimentación (búscalos en Febrero-Marzo de 2007). Si quieres te mando el archivo completo: mpeleato@aeds.org.
Un abrazo
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