Mi amiga Dolores, una dinámica empresaria de la huerta murciana, estaba el otro día seleccionando personal para su pujante negocio hortofrutícola . Sabedora de la importancia que están adquiriendo las nuevas tecnologías, decidió utilizar todas las herramientas que la psicología actual pone al alcance de la empresa.
Tres candidatos se presentaron al puesto de "podador", y como no acababa de decidirse por ninguno, a los tres, -astutamente-, les hizo la siguiente pregunta:
- "¿Qué le gustaría que dijesen de usted en su velatorio?”
El primer candidato dijo:
- “Que fui un gran técnico podador y un muy buen padre de familia”.
El segundo candidato dijo:
- “Que fui un hombre maravilloso, excelente padre de familia, verdadero profesor en el arte de la poda ,una persona que ejerció gran influencia en la juventud de la huerta cartagenera.
Pero el tercero,- más reflexivo-, concluyó:
-¡Coño, mira, se está moviendo...!
Y mi amiga, que , por la sequía y el frustrado trasvase, es consciente de que el negocio necesita grandes dosis de optimismo, contrató a este último.
Tordon
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario