viernes, 18 de julio de 2008

El Llanero Solitario

Ayer, debido a una extraña conjunción astral, me encontré absolutamente solo en casa. Y eso, habitual para muchos, en mi caso, padre (e hijo) de familia numerosa, constituye una situación que podríamos calificar de verdadera “singularidad”. Así pues, me quedé más solo que la una y -por lo inesperado del escenario- no sabía muy bien qué hacer en ese glorioso momento que siempre había yo imaginado como la culminación de una soñada utopía.
Traté de animarme evocando a Eurípides y su consejo de”remar en el propio barco” y me afané con múltiples ocupaciones atrasadas, si bien no acabé de cogerle el punto al timón, la lancha cabeceaba demasiado a pesar del poco viento, la calma chicha y el nulo ruido.
Más tarde, pusilánime, me asusté recordando que la soledad es tan peligrosa que si permaneces mucho tiempo en ella tiendes a poblar el espíritu de fantasmas. Para ahuyentarlos, leí ciencia, poesía, novela y hasta el periódico con su correspondiente suplemento dos veces; comí, bebí paseé, salté, dormí, preparé un curso, dos conferencias, la contabilidad del último trimestre, estudié inglés, revisé el correo y cuando estaba a punto de iniciarme en el encaje de bolillos recordé a Víctor Hugo que aseguraba que la vida es imposible en soledad y que se necesita más de una persona para arrastrarla. La reflexión despejó mi horizonte y,- a la hora de la cena, más calmado-, me marché al Caribe .En ese entorno, logré por fin que hasta parecieran divertidas las aventuras de los tuertos de la pata de palo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres un superdotado, mira que llegas a hacer cosas en un momento de soledad. Los pocos que tengo yo, entro como una tonta en el blog de un amigo de la infancia, y me entretengo leyendo...
Siestera

Tordon dijo...

Estoy de acuerdo en todo (lo de superdotado, lo de leer mi blog...), pero por lo que no paso es por lo de "amigo de la infancia": Eramos jóvenes, pero no tanto...

Anónimo dijo...

En parte tienes razón, tú no eras tan niño, pero creo recordar que yo tenía como mucho 13 o 14 años, y te aseguro, que era muy niña.
Siestera

Tordon dijo...

Sí, reconozco que de aquella yo no tenía uso de razón. Y con el tiempo, tampoco he mejorado mucho.
Tú, en cambio...

Anónimo dijo...

ja ja ja

Casi se siente uno incómodo contestando a esta entrada......menudo rollito melojuvenil que os gastais los dos...SIESTERA Y TORDON..ja ja ja

Solo os falta deciros: cuchipirritina mia y guapichupichuli mio.....ja ja ja

A seguir así colegas, y que esa ilusión juvenil no decaiga nunca, aunque a veces os pueda parecer ridícula o incoherente.

Estoy empezando a pensar que el dueño de este blog está rejuveneciendo mucho últimamente....bien bien!!!

Un besito para la Siestera, je je je

A veces el tiempo libre es oro puro.

Salu2