sábado, 4 de octubre de 2008

A mi amiga escritora

Estimada amiga:
En mi cara, como en la tuya, se encuentran dos ojos cansados, envejecidos e hipermétropes.

Pero -por más que frunzo las cejas- no consigo distinguir ánades, cernícalos, cometas ni dracónidas.

Y es que los tuyos -entrenados para contar lo que miran- ven más.

Un beso
Tordon




4 comentarios:

Pele Ón dijo...

Las palabras, cuando llegan a un corazón, es porque han salido de otro.
Lo esencial es invisible a los ojos.
Todo se entrena, lo bueno y lo malo.

Tordon dijo...

Trato de entrenar mi corazón, pero debe tener presbicia.

Anónimo dijo...

Discrepo con pe leon....lo bueno es necesario entrenarlo y para lo malo solo hay que dejarse llevar.
salu2
Anomomius

Tordon dijo...

Yes un sabiu, momius, yes un sabiu.