sábado, 4 de octubre de 2008

Limosnas

Cuentan los estudiosos de la Edad Media, que hubo una época en la que las limosnas podían llegar a perdonar la tercera parte de los pecados.
Y considerando tamaña ventaja, me surge una duda:
Si el desliz hubiera sido el enredo carnal con la mujer del prójimo (una sola vez), y el apasionado mozo se aviniera a soltar unos eurillos, ¿se le perdonaría solo la tercera parte del desaguisado? ¿Qué ocurriría con las dos terceras partes restantes de su pecaminosa conducta? ¿Implicaría, por mayoría y sin remedio, su condenación eterna?
¿Tendría -en ese caso- derecho a un ventilador a la hora de la siesta?

¡Coño, señores expertos medievales, explíquenlo!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

en el presente lo importante sería si la señora de su amigo quedó satisfecha o no....el resto ya se sabrá....todo a su tiempo....sin prisas.

Anomomius

Tordon dijo...

Ella no sé, pero él seguro que sí, ya que estaba pensando en triplicar la limosna y así amplificar el margen de maniobra.