jueves, 16 de octubre de 2008

Brrrumm...brrrumm

Él con su “canarinha”, yo con mi “negra”, con dos pares de narices, cuatro pares de gafas, ocho pares de euros, 16 pares de litros de gasolina, 32 pares de colutorios para encías, y poco más, Pepe y Tordon salieron la semana pasada para recorrer la Ruta de la Ribeira Sacra en moto.
”Monasterios, agua y vino”, se podía leer en el folleto, aunque en realidad fue mucho de lo último y poco de las otras dos cosas.”
Entre 27 máquinas gigantescas, ágiles y vistosas llamaban la atención dos renqueantes cenicientas: Las nuestras.
He aprendido en estos días mucha filosofía de dos ruedas, tal como que “no es la moto la que tira al motorista, sino al revés”, y también me he instruido con otros conocimientos más profundos e interesantes.
Pero estos últimos ya os los contaré en cuanto se me quite el olor a gasolina.

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