domingo, 13 de julio de 2008

Elogio de la fantasía



Me dice una amiga, -y las mujeres tienen un sexto sentido del que los hombres carecemos,- que tal vez la persistente elaboración de entradas en el blog, pudiera llegar a distraerme de alguna de mis múltiples ocupaciones profesionales que requieren,- soy consciente de ello-, un alto grado de concentración.
Nada más lejos de mi propósito, entre otras cosas porque de ser así, estaría
escupiendo al cielo.
De cualquier forma, y aprovechando la insidiosa duda en la que me ha sumido mi intuitiva compañera, me he preguntado cuál era la causa para que yo, habitualmente parco en palabras, escueto en efusión y recatado en declamaciones, esté escribiendo, día sí y otro también, estos espontáneos e ingenuos comentarios. (Lo sé, vosotros también os lo preguntáis)
Y puesto que estoy harto de saturar las circunvoluciones del disco duro con preguntas sin respuesta, me someto a un sistemático y severo autoanálisis, descubriendo sorprendido que las primeras respuestas acuden cargadas de pragmatismo:

“Es una manera hipocalórica y descafeinada, aunque excitante, de rellenar los tiempos muertos que se producen entre que se despide un paciente y se prepara el gabinete para el siguiente”.
Otro razonamiento creíble sería:
“Esta actividad me obliga a escribir una especie de diario virtual en el que la motivación vendría, (como la dieta, el gimnasio o estudiar inglés), por el percibido acompañamiento al otro lado de la línea”.
No sé, no sé, no me acaban de convencer mis propios argumentos. No recuerdo ahora qué autor confesaba que destruía todo lo que lograba escribir en la primera hora ya que durante ese tiempo lo que reflejaba en el papel no era lo que de verdad quería transmitir, sino el resultado de una subconsciente autocensura.
Por eso, rascando un poco la pintura, y sincerándome conmigo mismo, tendría que reconocer que mis entradas en el blog tienen como único fin mantener un vínculo asequible con otros mundos que intuyo paralelos y distintos al mío; mundos de fantasías, sueños, delirios, tragedias; mundos difusos, irreales evanescentes, pero íntimos y satisfactorios. Esa es tal vez la razón última de mi actividad; conseguir una vía de escape para huir de tanto formalismo, tanta vacuidad, tanta frivolidad, tanta rutina; imaginar otros mundos, beber sorbos de viento, tejer hilos de plata al cielo, degustar manjares de poesía, temblar con la frescura de historias increíbles…; esas alegrías sinceras del alma que, por inasibles y tenues, sosiegan el ánimo y te hacen pensar que otro mundo es posible.
Y es que para mí, escribir sin presión ni finalidad, es la alternancia a la razón, la sonrisa equívoca, la duna trufada de misterio.
Definitivamente, supongo que la respuesta a mi pregunta está con toda seguridad en la otra cara del Jano que no logro acallar.

6 comentarios:

Pele Ón dijo...

Te vas acercando. También se llama poesía: verbal, escrita, plástica... Y, como fin último, la Belleza o Armonía, que reside en Utopía.

Anónimo dijo...

Te defines como parco en palabras, escueto en efusión y recatado en declamaciones. En cambio, te recuerdo como gran escritor, agudo en tus conversaciones, y cariñoso con tus amigos. Quizás, lo que estás haciendo es una regresión a tu juventud a través de tus escritos en el blog.
Siestera

Anónimo dijo...

Le envio mi apoyo SOLIDARIO y sabe que tiene "una pequeña alma gemela virtual y real" pero que carece de esa verborrea tan sutil y fluida que Usted posee.
CONTINUE ASI Y SIGA ESCRIBIENDO.

Tordon dijo...

Pero me temo, estimado Peleón, que Utopía es fronteriza con Inopia,ese sitio donde todo es escasez e indigencia. Y yo , que soy un poco torpe ,tengo miedo de meter la pata y ser feliz con mis pobres versos malos mientras me pierdo los verdaderamente buenos de los que me rodean.

Tordon dijo...

Mi querida "Siestera":
Decía D. Jacinto que los recuerdos tienen más poesía que las esperanzas.
Quizás tengas razón en tus apreciaciones y todo sea una búsqueda desesperada de aquel buen niño que algún día fuí.
Los años arrugan la piel y las emociones, pero yo te sigo recordando con cariño.

Tordon dijo...

Gracias , estimada Super-woman, por su apoyo incondicional y por considerar nuestras almas gemelas. Y le advierto que, ¡ojo!: De ahí al ciberadulterio,sólo hay un paso