viernes, 12 de septiembre de 2008

¿Solo se vive una vez?

Para un escéptico lleno de incertidumbres como yo, el azar juega un rol muy importante en nuestra existencia. Para mi señora, más sabia (o más determinista), no existen “casualidades”, sino “causalidades”. (Quizás en esta “discrepancia no beligerante” se halle la pócima mágica del amor que no aburre). Y por pedante e inoportuno no me explayaré con Hume, Heisenberg, Bergson, Fitche o Lequier, ya que mi único objetivo es comentaros cómo me quedé (de piedra), al comprobar que Paul Verlaine (“Príncipe de los poetas”, 1844-1896), me cita en uno de sus sonetos.
¿No os lo creéis, verdad? Pues ahí va:

Monsieur Prudhomme songe à marier sa fille
Avec monsieur Machín, un jeune homme cossu.
Il est juste-mileu, botaniste et pansu.
Quant aux faiseurs de vers,ces vauriens,ces maroufles,
Ces fainèants barbus,mal peignés,il les a
Plus en horreur que son éternel coryza,
Et le printemps en feur brille sur ses pantoufles.

El Sr. Prudhomme sueña con casar a su hija
Con el Sr. Machín, un joven con posibles,
De los del justo medio, barrigudo y botánico.
En cuanto a esos pillastres y golfos que hacen versos,
Esos vagos barbudos, mal peinados, les tiene
Más horror todavía que a su incurable gripe,
Y brilla en sus pantuflas la primavera en flor.

(“Treinta y seis sonetos”, Paul Verlaine, Ed.Hiperión,”El Sr.Prudhome”, pag. 29)

Cuando se lo conté a Mercedes, ella contestó sin inmutarse:
- No sé de qué te extrañas, siempre te lo digo: No hay casualidades, sino causalidades”.
Luego me habló de la “sincronicidad”, del inconsciente colectivo de Jung, y de más cosas que no entendí muy bien. También comentó que probablemente el poeta y yo habíamos coincidido en una vida anterior.
-Parece que en aquella vida, además de botánico, también eras panzudo,- añadió con retintín después de leer el soneto.
Intrigado, le rogué que me explicara cómo funcionaba eso de las vidas anteriores, y ella ,haciendo caso omiso, como si le pareciera obvio, me confesó que, sin ir más lejos ,ella misma ya había tenido 46 vidas, remontándose la primera a más de 6000 años.…
-Pero si en esa época era casi la Prehistoria, -protesté yo un poco incrédulo
En fin, amigos, no sé si creerla, aunque es cierto que tengo una vaga idea de una neardental rubia y de ojos azules a la que, al volver por la noche a la caverna , le comenté que la caza se había dado muy mal ese día.
-¡Mala caza, simio traidor! ¡Tu piel huele a Chanel nº 5!,- gritó.
Es lo último que recuerdo antes de que comenzara a aporrearme con el fémur de mamut…
Saludos cordiales
Tordon

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