martes, 23 de septiembre de 2008

Redil

Más piadoso que de costumbre, encontré durante el fin de semana, en boca de un enamorado, esta perla sumergida en el Antiguo Testamento (Canto de Salomón 2:2):

"Los dientes son como ovejas recién esquiladas y limpias; donde cada una tiene gemelos; y ninguna entre ellas es estéril"

Fascinado por la elocuente descripción del poeta hebreo y sorprendido por su acendrada vena estomato-ginecológica, conecto mi toma a tierra, y me doy cuenta que la devoción no está reñida con la obligación. En consecuencia, como un calambrazo, se impone -inevitable- la decisión:

-Me voy a lavar el rebaño y marcharme a la cama, que ya es hora.

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