A pesar de haber cumplido los 25, Julia era una mujer extremadamente tímida, y esa era una característica que la hacía sufrir intensamente ya que- entre otros inconvenientes- le impedía relacionarse con naturalidad con el sexo contrario. Por eso, y a pesar de llevar años secretamente enamorada de Antonio, su vecino del piso de arriba, nunca tuvo la valentía de dirigirle la palabra. Escuchaba los pasos sobre su alcoba y todas las noches- antes de dormirse, abrazada a su almohada- le enviaba apasionados besos a través de las paredes.
Pero la desdicha estaba a punto de tocar a su fin, ya que un problema deja de serlo cuando se vislumbra una solución. Un día, pura casualidad, se enteró que su amiga íntima, Pili, era antigua compañera del colegio de su amor secreto, y en esa relación encontró Julia una excelente oportunidad para hacer llegar al muchacho sus sentimientos. Comenzó a escribir apasionadas misivas, que Pili, con una mezcla de sorna y resignación, trasladaba al destinatario. Julia, tímida hasta por escrito, firmaba sus declaraciones como la “Princesa de Corazones”, un apodo un tanto cursi, pero que definía con precisión su carácter romántico y soñador.
No obstante, pasaban las semanas, y a pesar de la pasión que volcaba en sus textos, no percibía excesivas mejoras en su relación con Antonio, que, cuando coincidían en la escalera, se limitaba a sonreír educadamente.
Aquel día ya no pudo más. Se tomó dos chupitos de coñac y- preparada una burda disculpa-apretó el timbre del piso de arriba.
Pero la desdicha estaba a punto de tocar a su fin, ya que un problema deja de serlo cuando se vislumbra una solución. Un día, pura casualidad, se enteró que su amiga íntima, Pili, era antigua compañera del colegio de su amor secreto, y en esa relación encontró Julia una excelente oportunidad para hacer llegar al muchacho sus sentimientos. Comenzó a escribir apasionadas misivas, que Pili, con una mezcla de sorna y resignación, trasladaba al destinatario. Julia, tímida hasta por escrito, firmaba sus declaraciones como la “Princesa de Corazones”, un apodo un tanto cursi, pero que definía con precisión su carácter romántico y soñador.
No obstante, pasaban las semanas, y a pesar de la pasión que volcaba en sus textos, no percibía excesivas mejoras en su relación con Antonio, que, cuando coincidían en la escalera, se limitaba a sonreír educadamente.
Aquel día ya no pudo más. Se tomó dos chupitos de coñac y- preparada una burda disculpa-apretó el timbre del piso de arriba.
- Perdona mi atrevimiento, Antonio, pero me he puesto a cocinar una tarta y me he quedado sin azúcar. ¿No tendrás tú por casualidad….?
- Por supuesto- le interrumpió solícito Antonio. Pasa al salón un momento que voy a rebuscar entre los trastos de mi despensa…
Cuando Julia se arrellanó en el sofá, lo que vio heló la sangre en sus venas. La pared de aquella sala estaba tapizada por todas las cartas de amor enviadas a lo largo de aquellas semanas y que – mudos testigos de su pasión y primorosamente encuadradas en marcos dorados- refulgían como soles .
Sintiendo que una mano invisible oprimía su corazón y le impedía casi respirar, le espetó en cuanto apareció:
Sintiendo que una mano invisible oprimía su corazón y le impedía casi respirar, le espetó en cuanto apareció:
-¿… Y eso?
Antonio, bajó la mirada un tanto avergonzado mientras confesaba:
-Bueno…esto… eso… eso son cosas de nuestra “Princesa de Corazones”, ya sabes, tu amiga Pili. Por cierto, ¿te ha dicho que el mes que viene nos casamos?
Dedicado a Nebroa, nuestra Princesa Bloguera
10 comentarios:
qué grande eres... O cómo adueñarnos del amor ajeno hasta llenar nuestros propios vacíos! :)
Sabes? después de pensar, reflexionar y beber, siempre beber, creo que el hecho de que ese texto haya terminado dentro de un cuadro es, hasta el momento, lo más bonito que alguien ha hecho con lo que sale de mi boca. Y que paso de quejarme más, coño! que luego me gusto!
Luego me pondré a crear mi mini relato no firmado para expandirlo al mundo y que el universo entero pueda disfrutar con él! jaja
Abrazo apretao y enmarcao!
¿no ha pensado en vender ese guión? Le daría para un par de temporadas.
Pero cuidado con las brasileñas esas que además de sacarle una cabeza (y, evidentemente, a mi también) son muy pasionales. El rodillo lo gastan de tambor.
No se quite todavía el casco, hasta que escampe.
Su postura me parece la más adecuada, estimada Nebraska.Y sí, estoy de acuerdo, la reflexión con el tintorro no soluciona nada, pero le deja a uno tan alegre...
Besotes.
PD: Nuestra relación va viento en popa, ya no me ha llamado mamón.
La "brasileirada" es un deporte de riesgo, estimado Contramaestre, y conviene ir bien pertrechado.
Un casco y un par de arrumacos, por tanto, nunca sobran.
SAlu2
Precioso relato triste resultado, de piedra me he quedado, !QUE PILI NO ES OÑOOOOOOO!¿se habrá enterado?, salu2
Algo así le ocurrió al narizotas de Cyrano.
Me gustan los relatos con ritmo y con premio final, como éste.
Un abrazo.
Así es la vida , estimado Silvo: Unos ponen la pasión y otros se llevan a la Jolie.
Salu2
Agradezco sus elogios, estimado Zorton, aunque llamar relato a esta historieta tiene mucho de generosidad.
Lo increíble de la misma es que está basada en un hecho que le aconteció a una bloguera.
Y es que la realidad siempre supera la ficción,
Salu2
No doy a basto con tanta producción. Se ve que el hemisferio sur le ha despertado la inspiración. Además que no me entero de qué va, pero es lo mismo. Aprovecho para mandar muchos besotes.
Ya sabe, etimada Conguito , que eso de la producción va por ramalazos.
Y por tiempo libre, claro.
Y por los estados de ánimo, por supuesto.
Besotes
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