Los mejicanos son un tanto dados a las extrañas mezcolanzas. Tal vez ello provenga de aquella época en la que a las hormonas de Hernán Cortés se les hizo la boca agua y se fijaron en una nativa super-maciza, la Malinche, y de cuya relación resultó ese enriquecedor y necesario deporte del mestizaje.
Sea como fuere, lo cierto es que el que suscribe volvió al suelo patrio con la percepción de que en aquellas tierras existe una querencia notable hacia el batiburrillo inclemente, hacia la miscelánea como norma , hacia el gatuperio como costumbre. Como dato significativo, os recuerdo que su bebida más popular es el “Clamato”, una mezcla infame de cerveza con zumo de tomate, todo ello servido en una jarra helada cuyos bordes están profusamente impregnados de sal gruesa.
-¿Te gusta?- me preguntaron.
-¡Está deliciosa!- mentí mientras deglutía haciendo tripas corazón.
-Entonces ¿por qué lloras?
-Mis lágrimas son de felicidad, compadre…
Y para argumentar mi divagación sobre el revoltijo mejicano ahí os muestro la fotografía de uno de los anuncios que habitualmente se pueden hallar en los periódicos locales en los que – sin ningún recato- se mezclan las sinusodidades catarríticas con las retroexcavadoras turbo, las jarochitas complacientes y la oración al Espíritu Santo.
En esa misma página, sin solución de continuidad, pude leer:
· Preciosa costeñita fogosísima, cariñosa y perversa, ¡atrévete papi!
· Samira sinaloense sensual, atractiva, dispuesta a tus necesidades sin limites
· Trabajos contables, únicamente contabilizo facturas y llevo libros contables
· Jarochita ardiente bonita, te consiento sin prisas ni sangronadas
· Esmeralda accesible bonita y delgada, nalgoncita, muy ardiente
· Clases particulares, matemáticas, física y química, inglés…
¡Coño, qué ensalada publicitaria, qué surtido de oportunidades, qué amasijo de sugerencias!
En resumen, una oda a la diversidad, un cántico a la mixtura, una incitación al embrollo.
Y – ahora que lo pienso-si los lectores de este popular periódico tienen la misma estructura mental que su maquetador, a más de uno se le ocurrirá hacer la contabilidad de la empresa dejándose acompañar por una jarochita ardiente.
O pretenderá doctorarse en trigonometría con la nalgoncita al cuadrado…
Sea como fuere, lo cierto es que el que suscribe volvió al suelo patrio con la percepción de que en aquellas tierras existe una querencia notable hacia el batiburrillo inclemente, hacia la miscelánea como norma , hacia el gatuperio como costumbre. Como dato significativo, os recuerdo que su bebida más popular es el “Clamato”, una mezcla infame de cerveza con zumo de tomate, todo ello servido en una jarra helada cuyos bordes están profusamente impregnados de sal gruesa.
-¿Te gusta?- me preguntaron.
-¡Está deliciosa!- mentí mientras deglutía haciendo tripas corazón.
-Entonces ¿por qué lloras?
-Mis lágrimas son de felicidad, compadre…
Y para argumentar mi divagación sobre el revoltijo mejicano ahí os muestro la fotografía de uno de los anuncios que habitualmente se pueden hallar en los periódicos locales en los que – sin ningún recato- se mezclan las sinusodidades catarríticas con las retroexcavadoras turbo, las jarochitas complacientes y la oración al Espíritu Santo.
En esa misma página, sin solución de continuidad, pude leer:
· Preciosa costeñita fogosísima, cariñosa y perversa, ¡atrévete papi!
· Samira sinaloense sensual, atractiva, dispuesta a tus necesidades sin limites
· Trabajos contables, únicamente contabilizo facturas y llevo libros contables
· Jarochita ardiente bonita, te consiento sin prisas ni sangronadas
· Esmeralda accesible bonita y delgada, nalgoncita, muy ardiente
· Clases particulares, matemáticas, física y química, inglés…
¡Coño, qué ensalada publicitaria, qué surtido de oportunidades, qué amasijo de sugerencias!
En resumen, una oda a la diversidad, un cántico a la mixtura, una incitación al embrollo.
Y – ahora que lo pienso-si los lectores de este popular periódico tienen la misma estructura mental que su maquetador, a más de uno se le ocurrirá hacer la contabilidad de la empresa dejándose acompañar por una jarochita ardiente.
O pretenderá doctorarse en trigonometría con la nalgoncita al cuadrado…
¡Me encantan México y los mexicanos!
Las mejicanas, más.
18 comentarios:
Es el mestizaje hasta sus últimas consecuencias, acostúmbrese, que es invento hispano como bien reseña.
En cuanto a catarrocidades sinusíticas influensáticas reníticas reumartritiosteoporosic... ¡por Dios!, que no me lo expliquen, que se me ponen los dientes largos.
Quizás seaun nuevo modo de llegar a la sintesis.
Un beso
Yo como Pele-On (el burro delante p´a que no se espante), no tengo claro si habla de cuestiones médicas...¡ o de fornicio!.
...Creo que me encantaría Méjico.
Y yo que pensaba que la bebida nacional era la margarita... o el tequila ese con gusano...
Bienvenido de vuelta!
Será que en el fondo las necesidades físicas y las espirituales no están tan alejadas las unas de las otras como a algunos les gustaría creer.
Hay que curarse en salud.
¡Viva México!
Estuve hace unos años trabajando en ese país y se bebía pulque, sobre todo (bueno en relidad se bebe lo que se puede), que es de fermentación de líquido que sale del maguey una planta muy aprovechada y que tiene origen divino, algo que se puede probar tomándolo ya que tiene algo desimilitud con la sidra y esta es del patauso, salu2
La sidra es del Paraiso, faltaría más,salu2 de nuevo
Tu quoque,filius mei!
Mi "falta de juicio" me impide disfrutar de la picante comida mejicana por unos dias,y sabe que es usted culpable de ello ;).Besis
En efecto, Peleón, reinvindiquemos el mestizaje como fuente de riqueza genómica.
Ellos lo llevan con alegría y dicen -irónicamente- que más que descender de los incas y los aztecas, descienden de los barcos de los españoles...
Salu2
A la síntesis por el embrollo, Pilar.
Sí, muy hispano.
Besote
Fornicio y salud no son incompatibles, estimada Fiebre. Yo diría que configuran una combinación divertida.
Y si le añadimos un poco de tequila, ni te cuento.
Besotes, pirata del Pedregalejo.
Dado las elevadas temperaturas de la zona, estimada Conguito, resulta razonable pensar que cualquier tipo de bebida es típica del Caribe mexicano.
No es de extrañar , pues, que se beban hasta el agua de los floreros.
Me alegra volver a verla.
Un besote
PD: Esperamos ansiosos su reportaje sobre las tierras brasileiras, dulces incluídos.
Mulatos también.
Coincido con su apreciacción, estimado Fudandrús, en el sentido de que tan necesarias son las viandas del cuerpo como las del espíritu.
Aunque ,contemplando estos anuncios por palabras, las segundas no gocen de una preeminencia estadísticamente significativa.
Salu2
Le veo a usted muy puesto, estimado Silvo , con las bebidas que conectan el más acá con el más allá.
Aunque hace bien en señalar que nada hay tan reconfortante para la sed y el alma como un buen culín de sidrina.
Aunque existen otros culinos que tampoco están mal...
Salu2, mega-cibernauta.
Salu2
Nuestra capacidad de digerir cantidades ingentes de información, estimado José, nos hace invulnerables a los batiburrillos suministrados por los medios de comunicación.
Aunque siempre resulta extraño comerse una tarta helada entre la fabada y los callos.
Me alegra verle por aquí.
Salu2 para usted y para el resto de la jauría.
Por más que lo intento, estimado Porquero, no acabo de acostumbrarme a ver un cerdo hablando en latín.
Pero ya sabe que yo a usted se lo perdono todo.
A cambio de unos buenos jamones de sus pupilos, claro.
Salu2
No mate usted al mensajero, estimada Solitaria, que la ausencia de juicio solo depende de la perseverancia del paciente.
No obstante, usted aún es juiciosa por triplicado.
Besitos
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