lunes, 10 de noviembre de 2008

Perdón, perdón, perdón.

(PARA ENTENDER LA ENTRADA DE HOY, LÉANSE LOS COMENTARIOS DE LA DE AYER).

Cuentan que los generales romanos, cuando volvían victoriosos de sus campañas por el imperio, eran recibidos como auténticos dioses. A su entrada a la ciudad de Roma, la multitud les aclamaba mientras desfilaban sobre sus carros relucientes. Solo existía un requisito inexcusable: A sus pies, acompañándoles en todo momento, se encontraba un esclavo que durante el recorrido iba repitiendo sin cesar: “Recuerda que sólo eres un hombre, recuerda que solo eres un hombre, recuerda…” (*)

Y hay momentos en la vida en los que surge algún detalle que nos descabalga del pedestal, que nos suministra una dosis de humildad, que nos apea de la cima de nuestra grotesca prepotencia.
Mi “esclavo particular” apareció hoy en la llamada telefónica que una de mis hijas me hizo desde Madrid:
-Papá, me ha comentado un amigo mío,- arquitecto famoso que reside aquí-, que te ha hecho un comentario en el blog. No sé qué te habrá escrito, pero ten en cuenta que este señor es chino y no domina muy bien el español. Se llama Dr. Zheng.
-¿ Zheng.? ¿Has dicho Zheng?- acerté a contestar.
….
Es decir, queridos blogueros, que ya sabemos lo que me toca:

Estimado Dr. Zheng:
Si por algún casual usted volviera a considerar la remota posibilidad de dignarse a leer las mamonadas que campan a lo largo de este ridículo blog, le ruego encarecidamente que acepte mis más sinceras disculpas, ya que, por un estúpido malentendido, pensé que su comentario era una broma.
Le ruego no tenga en cuenta mis zafios comentarios en respuesta al suyo, mi estulticia tan solo superada por la atrevida ignorancia que rezuman todos y cada uno de mis poros, así como la falaz palabrería con la que tuve la osadía de contestar a su acertada reflexión. No piense Vd. que el resto de las españoles, (y los ovetenses en particular) comparten mi tosca e ineducada verborrea y que mis groseras maneras son extrapolables al resto de la población del país.
Reiterándole mis disculpas y solicitando su perdón, reciba un cordial y avergonzado saludo
Tordon


(*) Aunque todos los que transcribimos esta anécdota insistimos en la expresión de “Recuerda que solo eres un hombre”, lo que los siervos decían textualmente era: “Cave ne cadas” (Cuida de no caer).

10 comentarios:

Velda Rae dijo...

Escribo entre carcajadas, que lo sepas. XDDDDDDDDDDDDDDD Cuantas meteduras de pata animan nuestros monótonos días, ¿verdad? Me voy a dormir sonriendo. Gracias y buenas noches :-)))

Tordon dijo...

Tu sonrisa es la mía.
Gracias, Velda, que tengas felices sueños.

silvo dijo...

Está muy bien para no subirse a la parra lo de los romanos, bajándo el ego.

En cuanto a lo de Zheng, creo que era, solamente se trataba de un adjudicar a la sabiduría de oriente ( reconocida a nivel mundial), todo el saber humano, del que se desconoce el origen, jaja no creo que sienta mal semejante adjudicación.

saludos cordiales

Tordon dijo...

Tienes razón, Silvo, la sabiduría es un don universal.
¿Qué importa de dónde venga?
En esto,- como en casi todas las cosas-, toda ayuda es poca.

Sandra dijo...

gracias por tu comentario... la fotografía pertenece a un reportaje que hice en la cocina economica de oviedo...

Tordon dijo...

Gracias, Sandra, por tu comentario.
Siempre pensé que la sabiduría oriental se podía encontrar también en los pucheros.

Anónimo dijo...

Estimado Tordon.

No creo que deba pedir usted disculpas por nada, pues creo que nadie ni usted mismo escribió ninguna mamonada sobre el pueblo chino.

Yo mismo nunca hubiese osado de decir algo malo, pues suelo tratar de vez en cuando con "chinas"....je je je

Salu2
Aniomomius

pd. el otro dia me encontraba mirando por la ventana jugando con mi gato cariñosamente y pasó un repartidor del restaurante de comida china que tengo justo enfrente de mi ventana.....no pude evitar decirle a mi gato: cuidadín si te escapas algún dia, si lo haces no pases cerca de ahí.

Me reía luego de la tremenda estupidez y de los mitos o prejuicios que circulan a veces de boca en boca.

Anónimo dijo...

Disculpas aceptadas, aunque no creo que fueran muy necesarias. Los chinos intentamos interpretar las situaciones en su contexto.

Asi que usted es el general victorioso, y yo soy su "esclavo particular"? Me lo tomaré en el mejor de los sentidos, la grandilocuencia de alguna de sus palabras me asombran, pero también me divierte muchisimo.

Aunque no tenga tiempo para comentar sus blogs, seguiré visitando este rincón de las excentricidades con gusto,

Zheng

Tordon dijo...

Estimado Sr. Zheng:
Tildar este blog como "rincón de excentricidades" es lo más indulgente que yo esperaría escuchar.
Da muestras de su buen corazón y su paciencia oriental.
Gracias por su comprensión y su comentario
Tordon

Tordon dijo...

Tiene Vd. razón, Sr. Momius con lo de los prejuicios.
No es mi caso.De hecho, tengo un jersey del color de un chino cogido por sus partes (amarillo chillón).