domingo, 25 de enero de 2009

Vegetariano


-¡Te he dicho una y mil veces que mientras vivas en esta casa, acatarás las normas!-gritó el padre a su hijo adolescente. Y añadió:
-Y si tu madre ha cocinado carne para comer, te la comerás, aunque no te guste. Y si no, te la merendarás, y si no, te la cenarás.
El chico, mirando al plato, susurró:
¡Dios mío, qué ganas tengo de cumplir los 18 para hacer lo que me dé la gana! .Yo también te he dicho un montón de veces que no me gusta la carne, que me repugna la idea de consumir productos cadavéricos, que no puedo evitar el pensar que proceden de un ser vivo. Si por lo menos fuese una hamburguesa del MacDonalds…
El padre, bajó el tono de voz:
-Tu bisabuelo comía carne, tu abuelo comía carne, yo como carne, y mientras yo viva, se seguirá comiendo carne en esta casa. Las tradiciones son importantes…
-Papá, los tiempos cambian- respondió el chico en tono conciliador. Y además, yo no tengo la culpa de ser hijo del último Jefe de Tribu Caníbal que existe en el mundo…
El hombre, con un gesto de contrariedad, se dirigió ahora hacia la mujer que observaba la escena en silencio:
-La culpa la tienes tú. Siempre lo has malcriado.
.

15 comentarios:

Livy dijo...

Ayyyyy si lo que hubiese dicho la criatura es; como me gusta la carne, sobre todo porque es una tradición de los cabeza de familia y además he sacado matricula de honor en los estudios...entonces el padre se hubiese acercado a la madre y le hubiese dicho..que bien he educado al chico ¿verdad cariño?
besos

Tordon dijo...

Sí, estimada Livy, su reflexión denota una gran agudeza y hace que este blog se sienta cada vez más orgulloso de sus comentarios.
Bss

Mery Jane dijo...

Eso mismo me decía a mí mi madre de las lentejas cuando era niña...y las comí, las comí, y ahora no me desagradan tanto como antaño.
La diferencia es que yo SI me las merendaba si no me las comía... en fin...

Pele Ón dijo...

Asuntos internos. Mira a ver, que por poco más, a una madre le han condenado (no condonado, que tampoco viene etimológicamente de condón) a una severa pena de cárcel y a otra más severa aún de alejamiento de la angelical criatura.
¡Criaturas éstas, los jueces...!

Anónimo dijo...

Jaajaja mi me paso algo parecido con mi padre con las espinacas.Y al final an acabado por encantarme

Tordon dijo...

Las lentejas , querida Mery son fuente inagotable de hierro y de recuerdos de infancia.
Un abrazo

Tordon dijo...

Estoy de acuerdo Peleón, a veces pienso que los jueces son un poco caníbales...
Salu2

Tordon dijo...

Entonces, querida Isbela, si usted tuviera un hijo al que no le gustaran las espinacas, ¿qué haría usted?
Salu2

El Buscador de Miradas dijo...

Si somos capaces de comer la pierna de un cerdo, ¿por qué vamos a hacerle ascos a la pierna de digamos Angelina Jolie?

El niñato ese malcriado es un privilegiado y no lo sabe, claro, lo que les pasa a todos.

Tordon dijo...

Se nota , querido Buscador, que usted no es habitual en este blog:¡Ha citado, sin saberlo a la Innombrable,a la Diosa, a la Musa!
De ella, no le hacemos ascos ni a la pierna, ni al brazo, ni al pie, ni a sus miradas...Todo en ella es aprovechable.
Ha entrado , pues, de la mejor manera imaginable en este blog
Gracias por su inspiración.

Pele Ón dijo...

Sutil diferencia, que una pierna de cordero es aprovechable, y la de Angelines re, re, re, re e ∞aprovechable.
Recordad que esas lides es también tan deseable comer como ser comido. Hay dos formas de interrelacionarse con la materia de la Divina creación (en este caso Divina y divina) y ambas están presentes en estos comentarios. Una es guachi, la otra más.

Tordon dijo...

Se dice, estimado Peleón que "la historia del hombre es solo inteligible en el contexto de la historia del alimento"
“La Jolie como alimento”: ¡Vaya historia!

silvo dijo...

La culpa es del cha, cha cha, pero acepta la carne de McDonalds, ¿es que eso no es carne?, por lo que veo eso de echar la culpa a otr@ es más viejo que el propio lenguaje.Salu2

Tordon dijo...

Bueno,Silvo, hay que disculpar que al chaval le guste más la carne de vacuno que la humana...
¡Es que los guajes de ahora son de un pijo...!
Salu2

hécuba dijo...

Interesante historia con un no menos interesante final que la primera vez que leí no me esperaba ( sí la he leído más de una vez y una vez pasada la tercera ya sé bien como va a acabar, lo que no quita para que me siga gustando).

Un blog tan interesante como la historia, capaz de arrancarme más de una sonrisa.