miércoles, 15 de abril de 2009

Tengo miedo

Tengo miedo.
Tengo miedo a que Dios no exista.
Tengo miedo a que Dios exista y no me perdone.
Tengo miedo a que esta vida sea la única oportunidad.
Tengo miedo a la muerte, al aniquilamiento total, a la oscuridad, a la nada.
Tengo miedo de no ser importante para nadie.
Tengo miedo al dolor, a la enfermedad, a la vejez.
Tengo miedo de no dar la talla en mis relaciones laborales, intelectuales, familiares y sentimentales.
Tengo miedo a que no me quieran.
Tengo miedo a no saber expresar afecto por las personas que quiero.
Tengo miedo a que mis hijos no sean felices.
Tengo miedo a desaparecer repentinamente y que no pueda despedirme de ellos.
Tengo miedo a quererla con toda mi alma y que ella no me corresponda.
Tengo miedo a que mi mente se extravíe en fantasías incontroladas.
Tengo miedo de ser incapaz de superar mis miedos.


Tengo miedo a hacer el ridículo escribiendo cosas como ésta en un blog.

Tengo miedo.
Tengo mucho miedo…

63 comentarios:

Alicia dijo...

Si comento cada una de tus frases, me va a quedar un comentario mucho más largo que la entrada.
Sólo decirte que no es buena idea que el miedo a la muerte nos impida vivir esta vida, la única que hay.

Un beso,
Alicia

Ana H.H. dijo...

no estás solo.

Livy dijo...

Debe ser que me estoy haciendo mayor, pero ya cada vez tengo menos miedo.
No tengo miedo de no creer en Dios, ni tengo miedo de que en caso de que exista no me perdone, porque Él sabría que siempre he actuado de corazón.
No me da miedo que esta vida sea la única oportunidad, eso me hace disfrutarla y saborearla el doble, intentando dejar una huella dulce a mi paso.
Ya no temo a la muerte, porque he vivido.
Todos somos importantes para alguien, de la misma manera que para nosotros siempre hay alguien importante, así que por qué tener miedo.
El dolor no me gusta, pero no le temo, así como no temo a la vejez siempre que sepa envejecer, envejecer es signo de vida, de camino recorrido.
Nada más fácil para quitar el miedo al fracaso, que el esfuerzo de dar lo mejor de cada uno, si alguien espera más de lo que somos, el que fracasa es él, no nosotros.
Miedo a que no le quieran?, yo le quiero, fuera miedos.
Si tiene miedo a irse sin despedirse, ya sabes, toma cada día como un hola y un adios, demuestra día a día lo que sientes, no dejes nada para la despedida.

Uffff, fíjate si soy osada que ni siquiera tengo miedo a que se duerma con esta diatriba absurda, porque seguro hay alguien imsomne que le vendrá genial como soporífero.
Besos y disculpas.

N. Matsuda dijo...

Pues yo no creo sentir miedo a tantas cosas, pero si tal vez un poco de tristeza por algunas. Pero mientras tanto, a disfrutar de la vida, la familia y las sonrisas de mis seres queridos en esta vida.

Dama Luna dijo...

Como dijo el escritor francés Alejandro Dumas " No hace falta conocer el peligro para tener miedo; de hecho, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor." Que nos depara el mañana siempre nos provocara una mezcla de ilusión y miedo, y siempre y cuando esta última no tape demasiado a la ilusión... no es malo tener miedo, quiere decir quew aun somos humanos.

Un besazo enorme Tordon

Potenciandote.com dijo...

Amigo Tordon, el miedo nos paraliza y nos deprime, nos roba la alegría.

Creo que es bueno que salgan a la luz los miedos pero solamente para quitarles hierro uno a uno y con razones contundentes, porque seguir dándole valor a esos pensamientos es hacer que la vida sea menos rica y en vez de vivir una experiencia maravillosa viviremos en un valle de lagrimas. Felicidades por esta entrada y no dejes de tramitárte esos miedos de una vez por todas para lograr la felicidad.

Un abrazo

hécuba dijo...

Que tengas miedo y que lo reconozcas te hace mucho más cercano y también más interesante.
Un beso, Tordon.

silvo dijo...

Si Tordon tus miedos son buenos siempre que los reconozcas como haces aquí, nunca deben dominarte es bueno el saber reconocerlos, yo también tengo miedo a lo que dices, salu2

Velda Rae dijo...

"En el eco de mis muertes aún hay miedo". En eso estamos todos, querido Tordon.

mmarin dijo...

El miedo nos hace humanos, y me parece necesario; así bien en su justa medida, que no nos paralice.

Estos desnudos no son vergonzantes, por más que así le pueda parecer a quien lo escribe. Yo lo hice también en el blog, en una entrada muy personal; y le aseguro que, paradójicamente, me siento más segura desde entonces.

El día que dejemos de tener miedo totalmente, malo...

mmarin dijo...

Perdón, me falta una a en vergonzante (avergonzante) ;)

Anónimo dijo...

Estimado y miedoso Tordon:
Tener miedo de algunas cosas, mas que precaución, me parece exagerado.
Miedo, lo que se dice sentir miedo por algunas cosas de las que dice no es lógico en usted.
Joer....será que está usted con el síndrome post vacacional???
Será el verde que no ha sido positivo??

Yo solo siento miedo por una cosa: los ojos enfadados de una parienta.
Cuando los veo asi me temo que: llega el infierno!!!

Le queremos Tordon,... te queremos.

Un abrazo, pero sin mariconadas....eh???

Anomomius
PD. Miedo?? Quién dijo miedo???

Alfons dijo...

Un colega en esto de desmitificar los cuentos con que hoy en día nos quieren dormir los curas de las nuevas religiones ha dicho:

NO TENER MIEDO no es felicidad, sino desesperación vital.

Todos conocemos a algún desesperado o desesperada que va por la vida fardando de que no tiene miedo o los ha superado todos según se le presentan. Sólo hay que estar desesperado para no tener miedo. Si tienes esperanza en la vida, tienes todo lo que implica estar vivo, entre otras cosas, tener miedo.

Así que apreciado y admirado Tordon, está usted muy vivo. Y coleando. Y además estos miedos no son incompatibles con una vida plena y feliz. Como usted ya sabe y experimenta.

Enhorabuena, es usted un valiente.

Anónimo dijo...

El mundo avanza gracias a los que no tienen miedo.
Los miedosos se retraen, se esconden.

Los héroes no son héroes por no sentir miedo ante la adversidad; lo son por superarlo.

Una cosa es precaución (hombre precavido vale por dos), y otra es miedo.
El instinto de supervivencia es algo natural, pero el miedo es cerebral y subjetivo.

Salu2
Anomomius

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado señor Tordon.
I-Parece que a usted el regreso de las vacaciones le afectan sobremanera a juzgar por la multitud de miedos que sufre y exhibe.
II-Antiguamente había un tipo de análisis que se llamaba "análisis distribucional".
III-Según este modelo de análisis junto con mi humilde observación,puedo deducir sin mucho riesgo a equivocarme que usted sufre de baja estima en su autoestima.
IV-Sus miedos son 16 más un estribillo final. Resulta curioso que los miedos centrales se refieran al miedo a no dar la talla y al miedo a que no le quieran(Ese es el auténtico miedo).Queda sobradamente reforzado por el miedo final anterior al estribillo del miedo al ridículo(otra vez el miedo a que no lo quieran)
V-Lo otros miedos empezando por Dios(demasiado intelectual para ser creíble de verdad)y acabando por el tautológico del miedo al miedo, son miedos vicarios con respecto al miedo a no ser querido.
VI-No sabía yo que le afectara tanto la vuelta al trabajo.De lo cual sólo me es dable pensar que usted es un vago(imposible dado que tiene cuatro hijos,una santa esposa y encima escribe en internet, responde con prontitud a a todo el que le escriba y a veces lo hace por extenso y bien)o a usted no le gusta en absoluto el trabajo que desempeña por aburrido y monótono.
CONCLUSIÓN LÓGICA.Abandone su trabajo y véngase conmigo a cuidar cerdos y a llevar vida bucólica y austera.
Le espera con los brazos abiertos su amigo virtual el Porquero

Mery Jane dijo...

El miedo es algo normal en el hombre, es una emoción necesaria en su justa medida porque de alguna manera forma a las personas. Aprendemos un equilibrio miedo-valentía que nos ayuda a enfrentarnos a los baches de la vida. El miedo nos alerta, nos hace ir con cuidado, mientras que la valentía nos debe obligar a enfrentarnos cara a cara con todo aquello que tememos. Ése es para mí el equilibrio.

Miedos normales los que confiesas, y buena respuesta de Livy.

Un saludo afectuoso.

Miss Perseidas en continuo desvarío dijo...

No tengas miedo... sólo es un sentimiento, de ti depende que cambie por valor para superarlo, por ejemplo.

Pele Ón dijo...

Acabo de decírselo a una tierna infantita a quien he separado de su amado 44 (con anestesia, claro). No pasa nada por tener miedo. Sólo tiene que tener un poquito más de valor que de miedo.
Y lo ha conseguido, le he regalado su 44 en un botecito muy mono.
Lo dijo Rojas Marcos, psiquiatra, hace tres "Xl Semanal". Ellos quieren que les valoren, ellas que las comprendan. No hay excepciones.
Y lo entiendo, y mi miedo, siempre, es que no me entiendan. No que me comprendan, eso no me importa; me basta con que me entiendan.
En todo caso, que los miedos afloren es incluso bueno, aprende uno a verlos en el plano consciente racional, aunque luego suelen volver por ahí abajo para fastidiar.
Un abrazo protector. Hoy por ti, mañana por mi...

Asun Rodríguez dijo...

Enhorabuena por la entrada: Tienes un bello "desnudo".

Como sabes, me gustan los clásicos.Y me gustan porque descubro por qué son unánimemente considerados clásicos...
Por ejemplo Aristóteles, con quien en este punto es difícil no estar de acuerdo, decía que el Valor es el término medio entre la temeridad y la cobardía. Estas dos últimas pasiones implican respectivamente exceso y defecto. Y es que el temerario peca por exceso al no temer lo que debiera; mientras que el cobarde lo hace por defecto ya que teme lo que no debe. Así el problema no sería tener o no tener miedo, sino a qué se le teme y a qué, insensatamente, no.
¡Qué miedo nos da el miedo! ¡Qué miedo reconocer que tenemos miedo!

Un saludo, Tordon. Yo también tengo miedo, ¡uy qué vergüenza!

Amanda dijo...

¿Habla en serio?
¡Pues vaya miedo que me da...!
Tan escondido entre sus líneas estaba que me era difícil de notar.

Usted no tiene nada que no comparta con los demás, y aunque eso no le sirva de consuelo,tampoco le duela más, pues el mundo es "ansí" y por eso lo venimos a solventar. Una... o tantas veces como sean necesarias.

De una cosa no tenga miedo, y es de que haya algo en esta vida que Dios no le perdone, por la sencilla razón de que ya lo ha hecho con absoluta incondicionalidad.

Y si aún lo duda, piense que tal vez sea usted el que no se haya perdonado a sí mismo del todo.

Un abrazo amigo.

Fiebre dijo...

(sic) Tengo miedo a que mi mente se extravíe en fantasías incontroladas.

Esto es lo único que temo. Es vivir en otro mundo.

Lo demás, me lo como con patatas. Nobleza y vida...obligan.

Tordon dijo...

Si yo les dijera, estimados comentaristas, que amparándose en el anonimato bloguero, algunos desalmados realizan ejercicios literarios cuya única finalidad consiste en evaluar las distintas reacciones psicológicas que los distintos individuos manifiestan ante un hecho concreto( ligeramente inesperado(, debería añadir a mi lista dos nuevos miedos:
1:- Miedo a que no me creyeran.
2.- Miedo a que me asesinaran.
Así pues, más temeroso del segundo que del primero, asumiré como propia, y sin excepción, toda la retahíla de angustias descritas en la entrada de hoy.
Después de todo, tener miedo -como ser pobre- no tiene mérito, es lo más fácil de este mundo…
Hecha la pertinente aclaración, comenzamos con los comentarios.

Tordon dijo...

Mi querida Alicia:
Totamente de acuerdo con su “canto a la vida”.Creo que era Mark Twain el que decía algo así como que tenemos que vivir la vida con una alegría tan grande que cuando nos muramos, incluso el de la funeraria lo sienta.
Besos

Tordon dijo...

Gracias conguito por su solidaridad. Además de su belleza y de su excelencia culinaria atesora usted otra virtud no menos interesante, como es la de la solidaridad.
Que agradezco como se merece.
Por cierto: Ya que yo comparto con usted mis temores,¿ le importaría a usted compartir conmigo su “Strudel de manzana?
Bss

Tordon dijo...

Su inspirado comentario, estimada Livy, suena como música celestial en mis oídos.
Yo no tengo tantos miedos, tal vez algunos, pero aunque solo fuera para recibir sus mimos y sentir sus ánimos, me gustaría tener muchos más.

Un beso muy fuerte, sé que puedo contar contigo, guapísima.

Tordon dijo...

Mi querida nipona:
Tienes razón en lo de disfrutar de los seres queridos.
Porque, aunque resulte extraño, resulta que a los que más queremos-por el hecho de tenerlos cerca-es a los que menos se lo decimos. Tenemos una cierta tendencia a darlo por sobreentendido, y no debería ser así.

Muchos besos para ti y para tu exótico Japón.

Tordon dijo...

Gracias, Luna , por tu interesante comentario y por tus cariñosos ánimos. Sin embargo no sé si estoy del todo de acuerdo con Dumas. Porque a mi me asusta más lo conocido, y de hecho, creo que –como decía Alain- lo único que cura el miedo es el peligro auténtico.

Un beso, te echaba de menos.

Tordon dijo...

Gracias ,Cuanmarce, por tus acertadas reflexiones, se nota que eres un profesional del coaching.
Un fuerte abrazo

Tordon dijo...

Agradezco, estimada Hécuba, que me estimes por mis defectos. Y aunque tú no los tengas, yo también te quiero.
Un beso

Tordon dijo...

Gracias, Mega-Silvo, por tu sincero comentario.
Aparte de un laborioso bloguero,- y aunque no te conzca-, me pareces un tipo de fiar.
Un abrazo.

Tordon dijo...

Mi admirada Bella Rae:

“Es el miedo,
el miedo con sombrero negro
escondiendo ratas en mi sangre,
o el miedo con labios muertos
bebiendo mis deseos.
Sí. En el eco de mis muertes
aún hay miedo”.

Aunque, si usted dice que también tiene miedo, pensándolo bien,a no me importaría que pasásemos miedo juntos…

Un beso.

Tordon dijo...

Sí, estimada Mamá-rin, el miedo puede ser útil si la dosis no es excesiva. Algunos autores-como Emerson- aseguran que “el temor es un educador de gran sagacidad y el heraldo de todas las revoluciones".

Si usted estuviera a mi lado, mi querida princesa segoviana, desaparecerían todos mis miedos.

Un beso muy fuerte

Anónimo dijo...

Le vengo leyendo desde las 0:33.
Qué dedicación la suya...
Es un usted un amor.
Pues sepa que donde hay amor el miedo se esfuma.

Amanda.

Tordon dijo...

Mi querido Momius:
Discrepo con usted: Lo de los ojos enfadados de la parienta no se puede considerar miedo, sino auténtico terror.
Y no haga caso de todo lo que este Tordon fantasioso cuenta. Usted me conoce-remotamente- y sabe que soy duro de pelar.
Aunque tenga mi corazoncito, of course
Un abrazo, y –como diría Silvo-:” Mariconaes, les justes…”

Tordon dijo...

La aceptación de las limitaciones, estimado Alfons, constituye –a mi humilde entender- una de las claves para disfrutar de una vida plena. Y el miedo es una (más) de las múltiples restricciones de la condición humana. Una moderada alerta y el propósito de sobrellevarlo con alegría- (¡qué importante es el sentido del humor!), evitan la opresiva angustia y la desesperación estéril.
Su comentario me ha recordado un chascarrillo que contaba mi padre: “Piensa, querido Tordon, que en la guerra, el soldado valiente no es el que no tiene miedo, sino el que lo disimula mejor…”
Un fuerte abrazo

Tordon dijo...

Eximio Porquero:
Resulta bien conocido el hecho de que todos sentimos una gran compasión por el ser que sufre. Y eso se traduce inevitablemente en que,- a veces sin proponérnoslo- sintamos hacia él una sincera simpatía .
En otro orden de cosas, recuerdo a nuestro admirado William que señalaba que” con el cebo de una mentira se pesca una carpa de verdad”.
Sea cual sea el origen del asunto, lo cierto es que mi invalidez emocional ha extraído de su bruñida conciencia todo lo que en ella se encuentra de experto “coacher” y de versado consejero espiritual.
Porque esta exposición de mis angustias, estimado amigo, ha despertado -no lo niegue- su alma más tierna y comprensiva.
Y mientras que algunos, para tratar de ayudar, optan en estas situaciones por la vía emotiva, la vía más directa, la que hace vibrar las fibras del corazón, resulta obvio que-en su caso- se ha optado por la solución intelectual, el análisis pormenorizado , el desglose racional de las angustias.
Análisis efectivo, por cierto. Y es que, a la vista de sus reflexiones, dejaré al fin de lloriquear, no tanto por sus palabras de ánimo, sino por la distracción que me procura el adivinar qué demonios será eso del “análisis distribucional”.
Sin embargo, agradezco su amena y desinteresada disertación sobre las angustias divinas y humanas.
Aunque lamento comunicarle que yerra flagrantemente en las conclusiones: Mi trabajo me encanta, estimado Porquero. Amo profundamente mi trabajo. Y esto que podría ser considerado por algunos como una virtud, se muestra, en ocasiones como algo inconveniente. Porque,- no contento con dedicar a mi actividad laboral muchas horas de lunes a viernes-, consumo gran parte de mi tiempo de ocio en acudir (en ocasiones como ponente, otras como mero oyente) a cursos, seminarios, conferencias, simposios y congresos relacionados con mi ámbito laboral. Y no contento con ello, extraigo el tiempo de donde no lo tengo para publicar un montón de artículos sobre el tema que laboralmente me ocupa. Es más, -en el colmo de la osadía- me he atrevido a publicar dos libros de la especialidad (el segundo en dos tomos) que han tenido una inmejorable acogida en cuanto a las ventas.
Así, pues, mis miedos, estimado amigo, nada tienen que ver con mi actividad laboral: Yo seré de los que, -si las condiciones físicas se lo permiten-, morirá con las botas puestas.
Pero eso no quiere decir, por supuesto, que no considere interesante su amable propuesta para compartir con usted los onerosos trabajos que su piara requiere.
Y su generosa invitación me ha recordado una anécdota que me contaron recientemente:
Luis, un niño de la posguerra de un pueblecito de Asturias (Pravia), fue contratado como auxiliar de oficina en una Fábrica de Galletas, única industria en la que la inmensa mayoría de los habitantes de la zona tenía puesta sus ilusiones como objetivo laboral.
Cuando el niño entró por primera vez en las instalaciones contempló con emoción (y supongo que bastante hambre, dada la época) los llamativos envoltorios de las galletas que la empresa fabricaba. El gerente, intuyendo los pensamientos del crío, comentó muy severo: “Luisín, las galletas no son para comer, son para vender…”
Así pues, estimado Porquero, tengo miedo (¿ve?, otro más) a no serle muy útil en las labores que su actividad requiere: Se me irían los ojos tras los suculentos jamones de sus protegidos y en nada le serviría como abnegado ayudante.
Pero agradezco sus buenas intenciones.
Un abrazo

Tordon dijo...

Gracias, Merillein, por tus- como siempre- acertadas reflexiones.
La búsqueda del equilibrio que mencionas debe guiar nuestra actitud ante la vida.
Un abrazo

Tordon dijo...

Estimada Perseidas:
Deduzco de sus palabras que usted es una chica, -además de guapa-, valiente.
Y su valor me infunde ánimos para encarar la lucha contra mis propios demonios.
Un abrazo

Tordon dijo...

Protector Peleón:
Ante la lectura de su “tierna infantita a la que he separado de su amado 44”, he pensado en la injusticia que supone separar una pareja entre una mujer joven y un hombre maduro de 44 años. Porque usted bien sabe, por propia experiencia que los que rondamos la cuarentena, (ejem, ejem), sintetizamos en nuestra persona el vigor de la juventud y la sabiduría de la experiencia…
Y para todos los demás, explicar que el 44 es primer premolar inferior derecho.
Y siguiendo a Rojas, querido amigo, usted, valóreme, no me comprenda, por favor, no la vayamos a liar…
Un fuerte abrazo

Tordon dijo...

Gracias Gaudiosa-Preciosa, por apreciar mi bello desnudo virtual. La verdad es que , en el plano real, en cuanto al desnudo, yo pierdo bastante.
Y como le agradan los clásicos -( a mi también )-, le recuerdo a un irónico Séneca que aconsejaba: “Si no queréis temer nada, pensad que todas las cosas son de temer”.
O al mismo Sófocles que aseguraba que “para quien tiene miedo, todo son ruidos”.
Y yo, no lo puedo evitar, oigo ruidos por todas las partes.
Me consuela saber que a usted le pasa lo mismo.
Un fuerte abrazo.

Tordon dijo...

Mi perspicaz Amanda:
Usted, -que tan bien escribe-, conoce que lo importante en un texto no es que sea verdad, sino que logre transmitir la sensación de serlo.
La literatura está llena de bellas mentiras.
En este caso lo dejaremos en un prudente término medio entre realidad y ficción.
Y el hecho de que usted me escriba ya justifica en si mismo cualquier posible angustia.
Un beso muy fuerte

Tordon dijo...

Veo, mi querida FUO (Fever of Unknown Origin) que usted pone el acento miedoso en la cuestión de la fantasía. Pero en nada debe angustiarle ese su contagioso optimismo,ese su salero andaluz, ese gracejo malagueño que tan sabiamente salpimenta con unas gotas de locura.

Y es que su falta de miedo ayuda a que perdamos los nuestros.

Gracias por tu cercanía, preciosa.
Un beso

Tordon dijo...

Trasnochadora Amanda:
Mi hipotética dedicación al blog no es tanta, ya que, como usted misma comprueba, esta actividad comienza a partir de las 0.33 de la madrugada.
Con lo que a mi lista de miedos añado otro: El miedo a quedarme dormido cualquier día sobre las teclas del ordenador…
Sin embargo, tiene usted razón en el sentido de que trato de personalizar las contestaciones a todos los comentaristas: Si alguien tiene la delicadeza (y la asombrosa moral ) de soportar mis tediosas entradas y ,además, se toma la molestia de dejar un comentario a las mismas, creo que mi actitud es la mínima que cabría esperarse dentro de las ´mas elementales normas de cortesía.

Aunque al día siguiente me muera de sueño.

Besos

Anónimo dijo...

Estimado Tordon:
Ese miedo a quedarse dormido delante del ordenador ya lo perdí hace tiempo.
Anda que no me abré quedado yo dormido un montón de veces con las manos encima del teclado, y al despertar, un montón de ventanas abiertas.
Incluso una vez me desperté con la tecla ENTER estampada en la frente.
Miedo a dormirse delante del ordenador???.
A mi me daría mucho mas miedo dormirme delante de la Jolie!!!

Salu2
Anomomius

pd. acabo de terminar de ver una película titulada: 7 ALMAS.
Se la recomiendo si no la vió.
Para ver con la señora Tordon es ideal.

Tordon dijo...

Estimado MOmius:
Me temo que con la Jolie no estaríamos hablando de quedarse simplemente dormidos, sino valorando la posibilidad de caer en un estupor catatónico profundo...

Trataré de hacerme con la peli que me recomienda. Ya le contaré despues.

Salu2

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado señor Tordon.
I-Le trato como merece.Usted es inteligente y perspicaz.No necesita los paños calientes de la commiseración.No pienso apiadarme de usted en absoluto.Tampoco quiero insultarme a mi mismo.
II-Se lo diré más claro.Mande a tomar por culo sus miedos.Si no puede,ocúltelos como la verdad que llevaba escondida la vieja de Nietzsche.No dé pistas al enemigo.
III-El análisis distribucional tiene que ver con una corriente lingüística americana muy aburrida pero que aplicada inteligentemente por mí puede producir hallazgos epistemológicos muy interesantes,sobre todo si se aplica a un ser metafísico por virtual como es usted y soy yo.Somo entes cibernéticos que buscan un cuerpo donde ubicarse para hacer gramática y producir sentido.
IV-No me he equivocado en absoluto.A usted no le gusta su trabajo, a usted le gusta escribir.Si usa su trabajo como excusa allá usted.Todos tenemos derecho a engañarnos un poco.Usted tiene hechuras de polígrafo compulsivo con una capacidad enorme de establecer relaciones personales.Es usted el Menéndez Pidal de internet.Dios mío qué capacidad de trabajo tiene usted.
¿No le parece casual que estando de vacaciones he tenido la dicha de recibir kilométricas entradas de usted?
V-Y una vez de vuelta de sus vacaciones,usted necesita llamar la atención con sus miedos para que todo el mundo le conteste y reestablezca la dinámica comentario-respuesta a granel en una espiral de hiperactividad incesante.
VI-Estoy seguro que,si no hubiera internet,usted se hubiera escrito en vacaciones el Larousse como aperitivo del Espasa.
VII-La otra explicación posible y plausible a su hiperactividad es que es usted un ludópata de máquinas en rehabilitación más fumador empedernido que necesita perentoriamente que sus dedos estén siempre ocupados.
VIII-Todas estas posibilidades de lógica patafísica que le expongo no son en absoluto incompatibles,más bien pueden convivir en amorosaarmonía.
Un SALUDO DEL PORQUERO.

Miss Perseidas en continuo desvarío dijo...

Gracias Tordon, pero ni soy tan guapa, ni tan valiente, impetuosa, si acaso...

El 44, ¿es una muela o premolar? pero.... ¿contando los de leche? es que yo sólo tengo 28 ... ¿querrá decir eso es que estoy por terminar...?

Alicia dijo...

Anda, confiesa que escribiste ese post en un momento de bajón puntual de autoestima en que andabas necesitado de mimitos... la abstinencia de Semana Santa?

Besos

Anónimo dijo...

Ya que me se ha destapado el pastel, tranqui, Miss Lágrimas de San Lorenzo, que está Vd bien hecha con 28 diamantes bucales. Lúzcalos como guste, ahora parece que en panorámico.
Un mordisco. Pele Ón (firmo anónimo desde un ordenador vicariante)

Tordon dijo...

Mi estimado e inmisericorde Porquero:
Las faldas de las viejas de los filósofos son en general tan holgadas que bajo ellas pueden esconderse la verdad, la mentira, la incertidumbre, el miedo, y-con desgraciad frecuencia- vagas especulaciones o mera palabrería carente de sentido. El no tan lejano Wittgenstein aseguraba que, en el campo del pensamiento, la actividad crítica debe llevarse a cabo exclusivamente desde el ámbito lógico-lingüístico, y en sus “Cuadernos” habla de sus colegas como “esos filósofos resolviendo los enredos que ellos mismos han creado”. Por ello, si algo me gusta de Spinoza,( del que hablábamos el otro día )es que define con claridad meridiana los términos que utiliza en su discurso para evitar confusiones indeseadas.

Y no insista: Soy un enamorado de mi trabajo, soy un profesional bien retribuído y –lo mejor de todo- soy mi propio jefe. Amo mi trabajo y también me gusta escribir,no lo niego, pero he de rendirme a la evidencia de que hago mejor lo primero que lo segundo.
Créame, señor Porquero,así es.
Palabra de MenendezPidalbajoelgrifo
Salu2

Tordon dijo...

Mi impetuosa Miss valenciana:
Me cuenta mi dentista que el 44 no es un ordinal, sino la representación numérica de una de las muchas clasificaciones internacionales que existen para identificar las piezas dentales. Según esta clasificación, se establecen cuatro cuadrantes, numerándose con el 1 el superior derecho, con el 2 el superior izquierdo, con el 3 el inferior izquierdo y con el 4 el inferior derecho. Después, contando desde el centro hacia atrás, (de mesial a distal que dirían los entendidos) se vuelven a enumerar los dientes: 1 sería el incisivo central, 2 el incisivo lateral, etc.
Conclusión: que el 44 es la pieza que ocupa dentro del cuarto cuadrante el lugar cuarto desde el centro. Es decir, el primer premolar inferior derecho.
Al menos eso fue lo que entendí a mi pobre dentista, que tenía la sala de espera llena, pero tuvo la paciencia de explicarme todo este rollo.
Si usted tiene 28 piezas, estimada Perseidas, es un ser casi perfecto, aunque le falta algo de juicio. Concretamente, un poco de juicio por cordal en cada esquina.
Pero no se preocupe, mi querida amiga: Aun sin dientes, usted seguiría siendo un ángel.

Bss

Tordon dijo...

Sí, sí, mi querida señorita del País de las Maravillas, yo siempre estoy falto de mimitos y dispuesto a que alguien me cubra de arrumacos y caricias.
Y más si ese alguien es usted
Besos.

Tordon dijo...

Caramba, señor Peleón , ya veo que usted también ha andado informándose del asunto dental.
Pero usted lo explica mejor que yo.
Y con más gracia.
Salu2

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado señor Tordon.
I-No soy experto en viejas y mucho menos en faldas de viejas,pero lo que portaba debajo de sus faldas la vieja de Nietsche era,además de un honesto tajo en la entrepierna,una verdad que gritaba como una loca.
II-Wittgestein es muy caro a mi corazón por su obra y por su coherencia vital.
III-Spinoza a mí no me parece tan claro.Un día de estos le dedicaré una breve entrada.De él me subyuga una frase hipnotizante."Nadie sabe la fuerza que tiene un cuerpo"
IV-No insistiré y de paso le felicito por ser su propio jefe y estar bien retribuido.
Un saludo del Porquero

El Loco de la Colina dijo...

Tordon, todos tenemos miedo, pero no por ello tienes que privarte de vivir esta vida, la única que hay, como bien dijo Alicia.

Saludos.
El Loco de la colina.

Fiebre dijo...

Querido Tordon:

FIJO... Y no soy unknown para usted, (sí viceversa), que sabía que actuaba como Jack Sparrow.
-Úsease, en un barco pirata de Hollywood, oscilando entre un decorado y una historia real.

Pero como buena cinéfila...¿Qué más me da tirarme a la piscina si la escenografía es buena y Jhonny Deep está de toma pan y moja?

¡Antes morir que perder la vida!

:P

P.D El que me busca la boca...me encuentra. Sea experimento o no.

Tordon dijo...

Estoy de acuerdo , Loco, con su paradójicamente sensata reflexión.
Aunque me gustaría que alguien me definiese en qué consiste eso tan ambiguo de "vivir la vida"

Saludos cordiales

Tordon dijo...

Cada vez que veo aparecer su efigie malagueña, estimada Fiebre, un escalofrío recorre mi espina dorsal y siento elevarse la temperatura de mi alma como si de un volcán en ebullición se tratara .
Y me imagino navegando juntos, mi intrépida pirata, con la brisa acariciándonos el rostro, dejando mecer nuestros cuerpos confiados entre el oleaje de este mar virtual, este confuso mar tan fugazmente surcado por nuestros bajíos blogueros...

Bss

Mery Jane dijo...

Creo que "vivir la vida" no s un concepto tan ambiguo, incluye muchas cosas, como tener miedo. Me refiero a que "vivir la vida" incluye lo bueno y lo malo, y no sólo lo que equivale a placentero.

Para llegar a lo placentero a veces es necesario un sacrificio, o un miedo que afrontas y vences al darte cuenta de que "no era para tanto". Vivir la vida es aprender cada día algo nuevo, cometer errores, afrontar con valentía lo que te venga, adaptarte a algo o alguien nuevo, sacrificarte para cambiar.
Mi idea es que es de todo un poco, porque vivir la vida y ser feliz, según dicen, es el camino, no el fin.

Otra cosa: muy de acuerdo con el Sr. Momius en que la película "7 almas" merece la pena.

Un caluroso abrazo, que paséis todos un agradable fin de semana.

Anónimo dijo...

Estimada Jane:

Hoy voy a recomendar al señor Tordon otra película que vi ayer: MONGOL.
No se si la vió.
Es una película con preciosos paisajes naturales y mensajes de superación ante miedos y respeto a los valores tradicionales.

Salu2
Anomomius

Tordon dijo...

Agradezco ,Merillein, su sosegado comentario.
Que pase buen fin de semana.

Tordon dijo...

Interesante título, señor Momius. Lo añadiré a la lista de "pendientes".
Que pase usted un buen fin de semana. Yo lo pasaré viendo las películas que usted tan amablemente me recomienda.
Salu2

Miss Perseidas en continuo desvarío dijo...

Jajaja, pues yo me he perdido en la segunda frase...

Mi querido y lisonjero Tordon, yo quiero pensar que más que carencia de jucio, se trata de evolución, ¿para qué darme muelas que no usaré, y que es mas bien fácil que me tengan que extraer? aunque siempre podrían servirme de mucho, siendo anciana y habiendo perdido las demás piezas ... en fin, gracias por la explicación.

Voy a darte un huequito en mi blog, que es la única manera de que esta "perruna", o sea, yo, esté al día con los cambios de sus colegas de la blogsfera...

Me voy a ver a Mery Jane, que la tengo abandoná.

Un besiño.