domingo, 14 de diciembre de 2008

Vuelo libre


Nunca fui pasional ni viajero, pero aquella azafata de la British Airways, cambió mi vida.
Mis constantes idas y venidas a Londres propiciaron una voluptuosa relación limitada a los 45 minutos que separan Ranón de Heathrow. En aquellos días, vuelo y fornicación fue todo uno, nunca me dieron miedo las turbulencias. Recuerdo la cara de perplejidad de la chica de “facturación” cuando- porfiado- insistía una y otra vez en instalarme en la última fila.
El trayecto se nos hacía corto. Apenas hablábamos, no había tiempo que perder, y, aunque manejamos mucho la lengua, mi inglés no experimentó mejoría alguna. Y es que con ella, liberado del cinturón, me sentía flotar, y en cada nube y a cada beso, tocaba el cielo con la mano. Fue la nuestra una relación intensa, aunque estrecha, obligados como estábamos a desahogar nuestra lujuria en el angosto servicio de caballeros. Un afecto explosivo, que, curiosamente, nunca pitó en los controles...
Pero esta arrebatadora pasión finalizó con su inesperado contrato por la Qatar Airlines. Nunca llegamos a despedirnos.


El otro día, - soñando-, se apagaron los motores del avión en el que viajaba. De la cabina del piloto, corriendo hacia mí, ella salió gritando: “Con las prisas, nunca tuve oportunidad de decírtelo: Te quiero”


Pero, en el último momento, me agarré con fuerza a las sábanas y todo quedó en un susto.


Para “ Porquero” y “ Noguera”, manantiales inagotables de inspiración.
http://desdelacatacumba.blogspot.com/ (8-12-2008)
http://jaimenoguera.blogspot.com/ (12-12-2008)

25 comentarios:

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado y ¡pobre de usted! señor Tordon:
I-Muchísimas gracias por su homenaje vil. No esperaba menos de usted. Ya me barruntaba yo que, junto al señor Noguera, pertenece literariamente hablando a la especie de buitre leonado. Fraternalmente, en análisis freudiano guarro, se alía usted con el otro para matar al Padre, que soy yo. ¡Tu quoque, filius mei! Al matarme, me confirman y, copiándome los dos del mismo modo, se confirman en la imposibilidad de escribir como yo y aceptan su inferioridad al copiarme, no en régimen de igualdad sino en la parodia, que es un género menor. Son ustedes el Bigorre Arrocet y el Chiquito de la Calzada de la literatura.
II- Pero en su concupiscencia por desear el texto de otro, lleva usted su pena. Y ¡qué pena!
III- Ha caído sobre usted el mal en grado puro. Sin pretenderlo, ha abierto la puerta que lo llevará literaria y personalmente a la destrucción.
IV-No hace falta por tanto que le desee algún virus que le coma el cerebro y lo deje en la afasia y en la amnesia más completas, o alguna plaga de Egipto que le corroa los dedos con que perpetra sus escritos y sus vulgares copias.
V-Tampoco va a hacer falta que lo demande a usted y al señor Noguera ante el Tribunal Internacional de Derechos Literarios por copia mala.
VI- ¡Ha caído sobre usted el Virus de los virus, la Bacteria más asesina que imaginar pueda, las doce plagas de Egipto más una de regalo!
VI- Ha caído sobre usted con todo su inmenso poder¡¡¡EL NOGUERA!!!Por muchas puertas que cierre, por muchas ventanas que tape, ÉL ha entrado en su vida y no saldrá de ella sin llevárselo a usted por delante. Se llevará su casa, su cama, su vida. Se lo llevará todo porque el es¡¡¡¡¡EL ENCALOMADOR!!!
VII- Pensaba hacerle a continuación un retrato fidedigno de todas Sus habilidades, pero no le voy a dar pistas. Sólo le advierto como amigo suyo que la AMENAZA se cierne sobre Oviedo.
VIII- Que usted LO disfrute.

Jaime Noguera dijo...

Señor Tordón.

Henchido de placer por su homenaje. Nunca lo consideraría plagio.

No haga casos de los agoreros avisos del Porquero. No soy tan malo, es que me han dibujado así.

silvo dijo...

Jjaja qué envidiosos los que la llevaron para la Qatar airlines, te agarras a las sábamns y descubres que ¿has despertado?, ¿estás seguro?, pues si es cierto a dormir de nuevo y haber si hay suerte jajja.

Saludos

silvo dijo...

Jope las prisas, es a ver y no haber en el comentario anterior, por cierto me apunto a viajar contigo creo que hay más de una azafata en cada vuelo jaja.Saludos de nuevo

Pele Ón dijo...

por aquello de emular periféricos, ¿ha probado a instalar una cámara hipobárica en su habitación? No se resistiría ni una azafata.
Igual se la lleva el encalomador, claro.

Tordon dijo...

Mi fatídico Porquero:
Al tembleque motivado por el ambiente polar que invade hoy nuestra geografía (¡está nevando en Oviedo!), sumé esta mañana el escalofrío que me indujo la descripción del poder destructivo de su amigo “Terminator-Noguera”.
Pero,- permítame el escepticismo-, no puedo por menos que dudar de la veracidad de sus palabras. Y paso a enumerarle (¡enumerar, todo se pega menos la guapura!) los motivos que me llevan a semejante reflexión:
1º.- El origen de la fuente.-
Siendo bien conocida su tendencia al exceso descriptivo, su desmesura en las afirmaciones, su manifiesta querencia por la hipérbole, tiendo yo, estimado porquero, a recortar inconscientemente tres tallas la hechura de sus apocalípticas aseveraciones.
2º.- El origen del peligro.-
Dudo mucho, querido amigo, que tras una pluma como la que nos ocupa, capaz de desgranar una prosa tan fluida y elegante como la del Sr.Jaime, pueda esconderse un carácter rencoroso, beligerante y exterminador de herejes. Más bien, al contrario, creo intuirlo como persona bondadosa, llena de carácter, eso sí, pero moderada y sensible. De cualquier forma,- por si mis intuiciones se alejaran de la realidad-, solo me resta añadir: Perdón, Sr Noguera: ¡Fue sin querer …!
Y retomando el Kai su, teknon? (¿incluso tú, hijo mío?) de Suetonio, no vendría mal recordarle, mi querido amigo, aquel pensamiento (creo que de Clarasó) que habla de que “el escritor que copia de otro lo malo, ha de ser castigado como lo habría de ser la abeja que liba en el algarrobo cuando están en flor los almendros, mientras que el que copia de otro lo bueno ha de ser premiado y los lectores le han de ensalzar por su esfuerzo en propagar la belleza”.
Así pues, me temo -ofendido porquero- que tanto si alaban mis escritos como si me rocían con el espray anti-abejas, su destino (y el de sus composiciones) está inexorablemente unido al mío. Lo siento, pero así es la vida: ¡injusta y cruel!

De cualquier forma, a pesar de su oratoria agresiva, sabe Vd que yo le aprecio, señor porquero, porque conozco, sin ápice de duda, que bajo esa belicosa facies de jabato, usted esconde unas entretelas sensibles, sápidas y tan tiernas como las de los ilustres individuos que componen su piara, esos señoriales reservorios de colesterol que usted mima tanto como si de sus propios hijos se tratara y que tantas alegrías han proporcionado a la Humanidad.

En otro orden de cosas, y contemplando la blancura de la nieve sobre el asfalto, creo que voy a hacer caso a sus sabios consejos, aparcar mi Vespa y animarme con lo de los taxis: Soy del Norte, ¡pero no tanto, caramba!

Reciba un tembloroso abrazo
Tordon
PD: ¡Se me olvidaba!: Perdone mi ignorancia, pero busqué -infructuosamente- en el Diccionario de la RAE el término “encalomador” y lo mismo me ocurrió con “encalomar”. Lo más parecido que encontré fue “encalabrinar” (excitar, irritar), que es lo que a mí me ocurre con la recepción de párrafos precedidos por números romanos…

Anónimo dijo...

Estimado Tordon:

Le voy a contar lo que me sucedió el otro dia.

Era una fria mañana del mes de diciembre. Tenia cita con el dentista y estaba inquieto.
Debo confesarle que no me gustan los centros hospitalarios, las clinicas, etc.
Soy un poco miedoso y esos lugares me dan mala espina. Intento evitar visitar estos sitios en lo máximo de lo posible, aún a veces de quedar mal con amigos o familiares que estaban ingresados.

Hoy era inevitable, desde hacia tiempo me dolía muchísimo una muela del juicio y no lo soportaba mas, estaba ya harto de calmantes que no me aliviaban de tal horrible sufrimiento.

De mala gana llamé al timbre de la puerta de la clinica de mi dentista y...........

Me abrió la puerta una espectacular enfermera ataviada con una mascarilla que le tapaba parte del rostro.
Solo podia ver claramente unos preciosos ojos, amigables, incluso cómplices.
Me vi sumido en una tranquilidad inesperada.

Con una cálida voz me saludó y dijo que me estaban esperando.

Me acomodé en el "sillón" resignado a mi suerte, habia llegado el momento mas temido.
El profesional, despues de pincharme una muy molesta anestesia, hurgaba en silencio en mi boca dolorida, encontrándome yo medio cegado además por una potente y molesta luz que enfocaba hacia mi cara.

Pude oler otra vez a mi lado el mismo perfume que desprendia la enfermera que me habia abierto la puerta y me habia acompañado al sillón, señal inequívoca de que se habia colocado muy cerca.
No pude evitar buscar el punto del que venia esa fresca pero excitante fragancia.
Y allí estaba ella de nuevo,
Nuestras miradas se cruzaron y vi claramente una sonrisa bajo la mascarilla y un brillo a la altura de su nariz. Me supuse que tal brillo era algun tipo de piercing de esos que llevan las chicas jóvenes y desenfadas.
Me sentí protegido por su mirada, por esos ojos complacientes, yo diría que incluso cargados de un erotismo femenino que nunca habia apreciado en otra mujer, y ella se apercibió de tal y volvió a sonreir, pero esta vez la sonrisa fué mayor, de halago y satisfacción.
El contacto visual tenia su química.
Mantuvimos nuestas miradas fijas, no queria pestañear ni un segundo para no perder de vista ese derroche de belleza.
Surgió en mi un deseo incontenible de tocarla.
Tenia esa necesidad!!!
Me lo pedía mi masculinidad, ese fuego que recorría mi cuerpo desde el primer momento en que la vi.
No tenía nada que perder señor Tordon....tenía que tocarla!!!....como fuese!!!

Sin dejar de mirarla ni un instante, dejé deslizar mi brazo fuera del sillón por el lado por el que estaba ella. Al hacerlo rocé su cintura y parte de su muslo levemente, ella se apercibió y me guiñó un ojo, al tiempo que apoyaba una mano en mi hombro suavemente dandomé señales de que la necesidad habia sido mutua.
Además, no habia sido un movimiento descarado por mi parte, mas bien natural debido al rato que llevaba en aquel "potro de tortura".

Embelesado en esta situación placentera el profesional terminó su trabajo,. Por fin habia extraido esa muela del juicio que tanto me habia molestado y me vi listo para irme.
No tuve la suerte de que me cobrase la susodicha enfermera y por mas que la busqué desesperadamente con la mirada antes de irme no la vi.
Abandoné el establecimiento apesadumbrado.

No he vuelto por la clínica de mi dentista, el dolor ha cesado y no he tenido necesidad de volver.
Desde entonces voy por la calle buscando esos ojos, a ningunos otros, y sueño despierto con el momento de volver a encontrármelos.
No soy el mismo, he perdido el juicio por ellos.

Salu2
Anomomius

PD. si vas a un dentista, vas acojonao, te van a pinchar, a hacerte daño, a sacarte los euros, al menos, al menos, que tenga unas enfermeras potentes...ja ja ja

Tordon dijo...

Gracias, Sr. Noguera, por su generoso comentario.
Pienso que "D. Porquero" exagera, y que Vd.,-tanto por su carácter como por sus escritos-,se encuentra muy cercano a la excelencia.
Un fuerte abrazo.

Tordon dijo...

Eso fue hace muchos años, Silvo. Ahora, con las nuevas medidas de seguridad,las azafatas solo piensan en el carrito de los bocatas gomosos y en poco más.
Y yo-siendo sinceros- también...

Tordon dijo...

A mí, estimado Peleón, que ya me parecen raras esas cosas de los pinchos, látigos y cadenas...¡qué le voy a decir de una cámara hipobárica!
De acuerdo con que hay que incorporar las nuevas tecnologías, pero lo suyo de los periféricos me parece excesivo.
Un abrazo

Tordon dijo...

Con ese personal auxiliar que describe, mi querido (y desdentado) Momius,a mí tampoco me importaría perder el poco juicio que me queda.
¡Tiene que pasarme la dirección de su odontólogo!
Saludos y ¡ni se le ocurra extraerse las piezas sanas!

Velda Rae dijo...

Mi muy admirado Tordon, ¡¡es usted miembro del Mile High Club!! Con el miedo que yo paso en las alturas, que ud. consiga alardes hidráulicos me llena de asombro y envidia ;-)

Jaime Noguera dijo...

Estimado Sr. Tordon:

Acierta usted de lleno. Gracias por la defensa y los halagos. Recíbalos ampliados para usted.

A veces los ancianos se olvidan de que las montañas en las que se encumbran son sostenidas por deformes y sucias raices.

Anónimo dijo...

Luego dice usted señor Tordon que mala soy, ya lo veo con esos sueños que ustede tiene.Agarro usted las sabanas por la rabia de que el feliz sueño se acabara o por miedo que le dio la jovne azafata.Señor Tordon dejeme que le diga una cosa,que por experiencia (no propia ni lo que me tenido entre mis manos jajja),que aunque sea usted un hombre maduro si ama a la otra persona,su cuerpo recacionara de la misma manera que de un jovencito de 20 añitos,jajaj.
Que quiere señor tordon simpre he sido mala

Tordon dijo...

Mi querida Velda:
A mi me pasa como a usted, y por eso hago cualquier cosa para distraerme...
Bss

Tordon dijo...

Isbela del alma:
No sabe lo mucho que me reconfortan sus teorías sobre el amor y la madurez. Y no solo me reconfortan sino que me llenan de ilusión y de ingenua esperanza. (que es lo último que se pierde)
¡Ah, la juventud!
Bss

mmarin dijo...

Yo en esta entrada,no puedo aportar mucho.Sólo quería agradecerte, de verdad y sinceramente, tus últimas palabras en mi blog;te aseguro q han hecho su efecto.Aunque ya sabemos que la cosas llevan su ritmo..

A ver si ella,Alicia se llama,mi prima,una amor que se dedicaba a hacer reír a los demás(clown,artes malabares,risoterapia,y también profesora de niños,(y si véis alguna peli española, la veríais..),recupera eso que tantas veces enseñó: hacer reír y hacer de la vida una gran sonrisa en ella misma.


Y cambiando de tema,que no me gusta poner notas tristonas...Tordon, me da que te estas contagiando del espíritu picantón de Isbela jeje.La verdad,da gusto tener un rato de letras amables.Seguid así.

Saludos a tod@s desde Segovia.

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado señor copista:
I- Ciertamente la vida es injusta y cruel. Compartiré parte de mi destino con usted y el señor Noguera. ¡Qué le vamos a hacer!
II- Encalomador: Dícese del sujeto de adaptabilidad extrema que, merced a su extraordinaria capacidad para dejar de ser él mismo, se convierte en el otro con pasmosa facilidad. Su peligrosidad es máxima ya que es prodigiosamente hábil para alojarse en el otro, comer su comida, calentar su cama y llevarse a mujer y a sus hijos sin que el otro se dé cuenta. Animal preferido, el cuco. Película preferida,”Zelig” de Woody Allen. (yo se la descubrí y él, como siempre, la hizo suya y estableció las reglas del zeligato en su blog del 23 de Octubre de 2008).
III- Insisto: Una inmensa AMENAZA se cierne sobre Oviedo. El que avisa no es traidor.
Se despide de usted el Porquero de Agamenón, experto en Zeligs.

Tordon dijo...

¡Pero vamos a ver, Sr. Porquero!:
Si ese extraño ser,- que según sus palabras se introduce dentro de otros como si el juguete de un Huevo Kinder se tratara-, te calienta la cama, y te lleva a la mujer y a los hijos...¿donde demonios ve usted el problema?
A ese “Zelig”, “encalamador” o como rayos se llame, en menos de 24horas lo tenía yo de rodillas suplicante y asegurando que no lo volvería a hacer nunca más…

Saludos
PD: ¿ Y dice Vd. que ese “monstruo-matriuska”, pagaría también la hipoteca?

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado señor Tordon:
¡Por la breve aunque intensa relación epistolar que llevamos, le ruego encarecidamente que no tergiverse mis palabras ni se las tome a la ligera! ¡Usted no sabe lo que se cierne sobre usted! ¡Es más me temo que ya ha caído en las redes del Monstruo! ¡El intercambio diplomático de credenciales y de mutuos embelecos y arrumacos que se han prodigado mutuamente demuestra a las claras que el Mal se ha instalado en usted!¡Ha empezado a infectar su blog de ditirambos y halagos como hizo con el mío y dentro de poco se apropiará de él!¡Está malinterpretando mis palabras. El apartará a sus hijos, lo apartará a usted y calentará a su mujer a la que agasajará con el dinero de su hipoteca, que no es lo mismo! ¡Por todos los dioses astures y la virgen de Covadonga, por mis queridos cerdos!¡Hágame caso y cierre sus aberturas! ¡Prueba de lo que le digo es que jamás había escrito tantos signos de interrogación y si quiere una prueba incontestable de que la verdad habla por mi boca! ¡¡¡En esta misiva, que espero no sea la última, no he escrito ningún párrafo en numeración romana!!!
Se despide de usted o de lo que queda de usted, el porquero de Agamenon, exterminador de Zeligs.

Pele Ón dijo...

Iº: A algunos como Tordoncillo y yo no nos hace falta pincharnos mucho para henchir la vena picantona. ¡No provoquen, no provoquen! que con los técnicos de ayuda al comer no se juega.
El encalomador, ¿abduce también señoras? ¿Hay alguna prueba analítica de identidad para comprobarlo?.
IIº: (numeración ni ordinal ni cardinal, sino romanal, como veis, he entrado al envite, pero muy de oidas, seguramente el profe me corrija) Mezclar en la misma exclamación a la Virgen de Covadonga y a los .... no sé si pueda considerarse ortodoxo... cristiano no mucho. Esperemos que los ... no se enfaden, que nos mandarán a D. Pelayo.
IIIº: El barroco literario se prodiga, lamento no estar a la altura, pero disfruto de su lectura.

Pele Ón dijo...

¿Donde hay que estudiar para encalomador?
¿Puede uno parasitar a cualquiera, Brad Pitt por ejemplo?
Esperando su respuesta, Sta. Francis se despide: Pele Ón

Tordon dijo...

Estimado porquero de la porquería:
Hoy ha sido un día duro. Toda la tarde trabajando como un Tordón (sí, aquí puede acentuarlo) para ayudar a mis congéneres y, a pesar de todo, he llegado a casa imbuido en el inefable espíritu navideño que brota -como un sueño- de las bombillas multicolores del Corte Inglés. Incluso, antes de entrar en casa, hasta me ha parecido simpático el papa Noel que- a modo de ahorcado- pende de la ventana de mi vecino.
Y con ese espíritu festivo y bondadoso, entro en el hogar, abro Internet y ¿qué me encuentro? : ¡Al inevitable Sr. porquero insistiendo en sus amenazas, al discípulo de Agamenón empeñado en tocarme los webs!
Y compruebo que su misiva está impregnada de la fenelónica sentencia de “el que ha amado con pasión, aborrece con furor”. Porque furibundos, llenos de animadversión, e injustificados se me antojan los comentarios que vierte sobre mi anónimo amigo, el Sr. Noguera. Y no contento con la antipatía que manifiesta hacia su persona, acumula en su elaborado libelo un rosario de imprecaciones que muestran la ojeriza, la malquerencia, la animosidad, el rencor y la tirria extrema hacia ese pobre hombre, que, prudentemente, sufre en silencio.
Aunque he de reconocer que su último mensaje me ha impresionado, querido amigo, y no tanto por la obscena pelusa que muestra hacia D. Jaime, sino porque en él , -y supongo que sin anestesia previa-, ¡prescinde Vd. de su inseparable numeración romana!
Ante eso, la cosa, -me digo-, debe ser grave. Y, especulando con la posible etiología de tan acendrada cólera, vengo yo a pensar si entre ustedes no habrá mediado un asunto de faldas. O peor aún, un problema de celos literarios. No tengo una base cierta, pero intuyo que el Sr. Jaime es mas joven que usted, Sr. Porquero, y eso, sin duda, podría erigirse en justificación más que sobrada para su amarga inquina.
Su envidia, -cochina, como no podría ser de otra manera-, es otra de las posibles causas que barajo. La competencia,- literaria o no-, causa múltiples enfrentamientos entre iguales y los halagos, rendibúes, lisonjas y adulaciones son, en ocasiones, un trampantojo que esconde la impotencia de no poder ser mejor, más joven o más hermoso.
Un consejo pitagórico Sr. Porquero: No desprecie usted a nadie, ya que hasta un átomo hace sombra. Y como no deje usted de amenazarme, -(cual párroco con los sufrimientos del averno)-, con esa supuesta abducción por parte del señor Noguera, prometo enviarle hoy mismo -vía blog- a mis valientes escuderos: Peleón, bizarro pamplonica cuyo nombre en sí mismo ya asusta; La Bella Rae, Revolución Ilustrada que une a su apellido el de Real Academia; la Dra. Laura, que psicoanalizará sus pulsiones y le dejará maltrecho sobre su mullido sillón. Y muchos más, que, por no erizarle el cabello, ni tan siquiera menciono. Y si usted insiste, ¡Dios no lo quiera! , me veré obligado a echarle encima a mi letal arma de destrucción masiva: Isbela de Merens, terror de todos caballeros a su servicio y de todos los servicios de caballeros…
¡Es la guerra!
Belicosos saludos
Tordon
PD: Bueno, a pesar de todo, Vd. sabe que le quiero, mi querido porquero, que todo es una broma , y que, por un par de jamones, yo le seguiría hasta el fin del mundo…

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimados señores Tordon y Pele Ón:
I- Haya paz. No quisiera yo una guerra astur-malagueña de muy cierto resultado a su favor, ya que ustedes son más en cantidad y más aguerridos en calidad que este pobre porquero.
II- Por otra parte estoy solo. Mis huestes son mis cerdos que no viven para comer sino para ser comidos por gente pacífica o belicosa, que a ellos lo mismo les da.
III- Item más teniendo en cuenta que tengo la batalla perdida, puesto que las habilidades encalomatorias del Encalomador han producido su pernicioso efecto y ya están ustedes defendiéndolo a Él y atacándome a mí, que lo único que he hecho es ponerles en aviso, pues sepan que…
IV- El encalomador no abduce.¡Él es la abducción! Por lo tanto…
V- La abducción o encalomaje no se estudia. Se es o no se es. El señor Noguera es la cima encalomatoria más alta.
VI- Prueba de la paz que me nimba en flor de santidad, comprueben que no sólo he vuelto a la numeración romana sino que le he añadido los suaves y diferidos puntos suspensivos.
VII- Un abrazo a ustedes y sus belicosos amigos y aguerridas amazonas…
VIII- Del porquero de Agamenón, experto en encalomadores.

Mery Jane dijo...

Jajajajajaja. Una se ríe como una enana con tus divertidas entradas, pero esta vez me lo he pasado pipa con tu amigo el porquero....