¿Por qué -tras leer el título de mi entrada de hoy-, solo piensas en correr, oh temerosa criatura bloguera? ¿No sabes que correr es de cobardes? ¿No te das cuenta que ante el inminente peligro, la fortaleza es lo que cuenta? ¿No eres consciente de que ésta es la última entrada sobre la inteligencia? ¿No sabes que los peligros visibles son más crueles que los espeluznantes horrores que imaginas en mi postrera disertación sobre el tema?
No, no te apresures a responder hasta que no te acabe de preguntar.
¿No sabes que los chinos aseguran que a cada paso que da, el zorro se acerca más a la peletería? ¿Y que Wilde manifiesta que “todo es peligroso, pero que de no ser así, no valdría la pena vivir”? ¿Y que si has aguantado la friolera de ¡6! entradas previas sobre el tema, no te vas a desmayar por leer una más? (Eso espero).
Así pues, respira hondo, concéntrate y relájate con la abnegación del que sabe que nada tiene que perder. (Ni nada mejor que hacer):
INTELIGENCIA MUSICAL
Es la que permite expresarse mediante formas musicales. Está muy relacionada con cantar bien, tocar un instrumento, dirigir una orquesta y componer melodías.
A mí, por lo pronto, se me dan bastante bien los gorgoritos en la ducha, especialmente cuando interpreto “la dona e movile” y las canciones de Maná.
Algo es algo.
Y, hombre, tocar, lo que se dice tocar…
Tiene esta modalidad una estrecha conexión con la inteligencia lógico-aritmética, ya que la música se sustenta en relaciones basadas en números, pudiendo establecerse un cierto parentesco con las cuestiones matemáticas.
La música sirve para expresar emociones, -alegría, tristeza o melancolía- y también para acordarse de los muertos de los vecinos cuando uno trata de dormir apaciblemente la siesta durante un fin de semana.
El mundo sería de otra forma sin la música, y así, por ejemplo, en su ausencia, difícilmente podríamos ligar en una discoteca, ya que sin ese infernal y reiterativo ruido de fondo con el que suelen deleitarnos algunos DJ, nos veríamos abocados a escuchar lo que dice alguna rubia explosiva (-tan guapa cuando está callada-), con el consiguiente bajón de la libido.
Posee, además, una útil virtud nemotécnica, (la inteligencia musical, no la rubia explosiva), una virtud que todos usamos para saber en qué día cae S. Fermín (…“1 de enero, 2 de febrero, 3 de marzo….”)
Para potenciar este tipo de talento se recomiendan ejercicios que permitan la percepción de la música desde un punto de vista físico. Esto puede lograrse mediante el análisis de la vibración que emiten los distintos sonidos. Los expertos aconsejan colocar la mano sobre la boca y deletrear en voz bien alta las consabidas vocales:
aaaaaa…eeeeee…iiiiiii…oooooo…uuuuuuu…
Sentirás así los distintos matices de la vibración: más opaca, más nítida, más contundente, etc.
Resulta imprescindible que antes de realizar este ejercicio avises a los de casa para decirles que te encuentras bien y que no tienen motivos por los que preocuparse.
También se puede realizar este ejercicio bajo el agua y así percibir con mayor claridad las distintas tonalidades vibratorias. Para ejercitarse en esta disciplina conviene escoger un sitio que no cubra, como puede ser la propia bañera o la zona infantil de cualquier piscina municipal. Pero no se te ocurra meterte en el agua con los auriculares puestos: Para percibir -en condiciones sumergidas- las cualidades vibrátiles de los “Cuarenta Principales” no es necesario hacer un ridículo espantoso ni oxidar el mp3 …
Otra recomendación encaminada a despertar este tipo de inteligencia es sentir el ritmo, y para ello nada mejor que golpear con una cucharilla diferentes objetos. Esto, -que parece una tontería, y de hecho, lo es- permite apreciar distintas gradaciones sonoras según el material con el que estén construidos. Ni que decir tiene que este ejercicio es recomendable ejecutarlo en la intimidad: Hacerlo en bodas u otros acontecimientos sociales está mal visto y puede crearte una extraña fama entre los que te rodean. Y -¡ojo!- si en ese evento estuviera la suegra, además de fulminarte con la mirada, ten a buen seguro que te lo recordará mientras viva.
Y por último, estimados blogueros, os ilustraré con otra opción propuesta para mejorar esta habilidad, que no es otra que hacer un repaso a lo que te ha ocurrido durante el día y cantarlo a última hora antes de acostarte. Puedes ponerle la música y el ritmo que más te guste, pero cerciórate de que lo haces con la ventana cerrada, y de que no son las tres de la madrugada, ya que a esas horas un exceso de pasión cantarina podría ser malinterpretada por los vecinos…
Es la que permite expresarse mediante formas musicales. Está muy relacionada con cantar bien, tocar un instrumento, dirigir una orquesta y componer melodías.
A mí, por lo pronto, se me dan bastante bien los gorgoritos en la ducha, especialmente cuando interpreto “la dona e movile” y las canciones de Maná.
Algo es algo.
Y, hombre, tocar, lo que se dice tocar…
Tiene esta modalidad una estrecha conexión con la inteligencia lógico-aritmética, ya que la música se sustenta en relaciones basadas en números, pudiendo establecerse un cierto parentesco con las cuestiones matemáticas.
La música sirve para expresar emociones, -alegría, tristeza o melancolía- y también para acordarse de los muertos de los vecinos cuando uno trata de dormir apaciblemente la siesta durante un fin de semana.
El mundo sería de otra forma sin la música, y así, por ejemplo, en su ausencia, difícilmente podríamos ligar en una discoteca, ya que sin ese infernal y reiterativo ruido de fondo con el que suelen deleitarnos algunos DJ, nos veríamos abocados a escuchar lo que dice alguna rubia explosiva (-tan guapa cuando está callada-), con el consiguiente bajón de la libido.
Posee, además, una útil virtud nemotécnica, (la inteligencia musical, no la rubia explosiva), una virtud que todos usamos para saber en qué día cae S. Fermín (…“1 de enero, 2 de febrero, 3 de marzo….”)
Para potenciar este tipo de talento se recomiendan ejercicios que permitan la percepción de la música desde un punto de vista físico. Esto puede lograrse mediante el análisis de la vibración que emiten los distintos sonidos. Los expertos aconsejan colocar la mano sobre la boca y deletrear en voz bien alta las consabidas vocales:
aaaaaa…eeeeee…iiiiiii…oooooo…uuuuuuu…
Sentirás así los distintos matices de la vibración: más opaca, más nítida, más contundente, etc.
Resulta imprescindible que antes de realizar este ejercicio avises a los de casa para decirles que te encuentras bien y que no tienen motivos por los que preocuparse.
También se puede realizar este ejercicio bajo el agua y así percibir con mayor claridad las distintas tonalidades vibratorias. Para ejercitarse en esta disciplina conviene escoger un sitio que no cubra, como puede ser la propia bañera o la zona infantil de cualquier piscina municipal. Pero no se te ocurra meterte en el agua con los auriculares puestos: Para percibir -en condiciones sumergidas- las cualidades vibrátiles de los “Cuarenta Principales” no es necesario hacer un ridículo espantoso ni oxidar el mp3 …
Otra recomendación encaminada a despertar este tipo de inteligencia es sentir el ritmo, y para ello nada mejor que golpear con una cucharilla diferentes objetos. Esto, -que parece una tontería, y de hecho, lo es- permite apreciar distintas gradaciones sonoras según el material con el que estén construidos. Ni que decir tiene que este ejercicio es recomendable ejecutarlo en la intimidad: Hacerlo en bodas u otros acontecimientos sociales está mal visto y puede crearte una extraña fama entre los que te rodean. Y -¡ojo!- si en ese evento estuviera la suegra, además de fulminarte con la mirada, ten a buen seguro que te lo recordará mientras viva.
Y por último, estimados blogueros, os ilustraré con otra opción propuesta para mejorar esta habilidad, que no es otra que hacer un repaso a lo que te ha ocurrido durante el día y cantarlo a última hora antes de acostarte. Puedes ponerle la música y el ritmo que más te guste, pero cerciórate de que lo haces con la ventana cerrada, y de que no son las tres de la madrugada, ya que a esas horas un exceso de pasión cantarina podría ser malinterpretada por los vecinos…
Bueno, pacientes blogueros, no os doy más la turra: Al final no tengo muy claro si las reflexiones que he ido desgranando a lo largo de estas soporíferas entradas me han permitido adivinar si soy inteligente o no, aunque en esto de la inteligencia, como en otras muchas cosas, todos estamos convencidos de poseer el mínimo imprescindible para ir tirando.
Pero me anima aquello que decía Balmes: “Solo la inteligencia se examina a sí misma”
¡Dios le oiga!
PD:Os regalo esta camiseta:Es lo menos que puedo hacer por vosotros para que presumais este verano en la playa.
35 comentarios:
Estimado profe, dos cositas:
-¿Cómo que último tipo de inteligencia?¿Pero no eran ocho?
-veo que le van las rubias (aunque Angelina sea morena, la excepción que confirma la regla)
Musicales besos
Si un día perdiésemos el alma, el camino para encontrarla sería la música.
Me he reído mucho con tu entrada, Tordon :). Y bueno... yo música, cero de los grandes, ni voz, ni sentido del ritmo ni nada de nada, así que me pondré a practicar ya mismo siguiendo tus consejos.
Un beso :)
Muerta de miedo me encuentro al pensar que sus soliloquios respecto a la inteligencia han terminado.
Con la de curiosidades que estaba yo aprendiendo...
De todas maneras creo que seguirás sorprendiéndome gratamente.
Respecto a la música, directamente no puedo vivir sin ella...Oh! Cielos, creo que al menos poseeo una de las 7!!!!
Yo creo que al observar tantas inteligencias he tenido una cura de humildad ya que ni siquiera puedo recordar las que eran, claro que queda la esperanza que fluyan sin necesidad de reconocerlas, eso espero, salu2
Si usted hubiera estado atenta en clase, mi estimada Conguito, se habría dado cuenta que en la entrada tercera se habló conjuntamente de la inteligencia visual-espacial y de la interpersonal.
Tendré que ponerme en plan "hueso" y mandarla hacer para septiembre
un resumen de todas las entradas.(No, es broma, no soy tan cruel).
En otro orden de cosas, rubias o morenas, ¿qué mas da?: Lo importante es que sean inteligentes (como usted).
Bueno, con la Jolie podemos hacer un poco la vista gorda...
Reciba un beso junto con la calificación de aprobado.
Además de inteligente, es usted un poeta, estimado Peleón.
Salu2
PD: ¡Vigíleme a la tropa!
Su humildad compite con su belleza, admirada Hécuba.
Yo creo que usted entiende de muchas cosas.
De música, también.
Besos en clave de sol mayor
Mi miedosa Cactusa:
Usted es más lista que el hambre, solo hay que ver la cara de pillina que tiene en la verdosa foto de su perfil.
Y tiene razón: Con música , las penas son menos.
Y teniéndola a usted cerca, más llevaderas aún
Besos miedosos y melodiosos.
Todas las variedades de inteligencia adornan su persona, mi estimado Mega-Silvo.
Y observando la ingente cantidad de entradas que usted es capaz de elaborar, creo que en la nueva clasificación de consenso se verán obligados a incluir la modalidad que usted tan bien domina: La inteligencia Bloguera.
Un abrazo, fiera.
Yo estuve viviendo muchos años en un edificio de diez plantas.
Un día mis padres decidieron construir la casa de sus sueños. así que había que despedirse de algunos vecinos.
Por aquel entonces, yo estudiaba 4º de piano y al cruzarme en el ascensor con el vecino que pisaba el techo de mi casita, le dije:
_Bueno, pues ya nos vamos
-Y me suelta el pobre
-¡¡AHORA!!, ¿¿¿AHORA QUE EMPEZABA A SONAR TE VAAAASSS????
_ Despues de tantos años, todavía me siento culpabe de haber provocado tortura tal y sigo sin saber qué contestarle, vamos , que me salto una "H" en un pretérito perfecto cualquiera y no me da tanta vergüenza.
Un besazo
Pobrecillos
Bueno, tengo el vicio de leer después de publicar, y ahora me he saltado una mayúscula después de un puntito de nada... ¡¡estos vicios me pierden!!
Brunibesos
Divertida anécdota, estimada Brunilda, que comprendo a la perfección: En mi casa también existe -del salón en el ángulo oscuro, de su dueña tal vez olvidado- un sonoro piano en el que muchas veces me interpretaron el "Claro de Luna" de Beethoven...
Y piense que los errores ortográficos en un medio tan informal como el bloguero están al cabo de la calle: Todos cometemos muchas incorrecciones y en cierta forma, es comprensible.
Además, a mí , cuando veo la foto de su blog (la que está con un niño, no con la guitarra), me entran ganas de perdonárselo todo.
Besos
PD:¿Me concede un vals a la luz de la luna?
Querido profesor:
estoy mortificada. Mi inteligencia numerico-lógica (se llamaba así) me ha fallado y mi memoria también. Es que de donde no hay, no se saca. Nos ha puesto un título tramposo. He caído en la treta. Es que en el título pone 7. En realidad, me quejo porque me han sabido a poco.
Por la foto que nos regala, se nota que lo que verdaderamente le importa es la inteligencia de las rubias (y/o morenas). ¿O es la superrubia la sabia combinación de todos los tipos de inteligencia? Sí, debe ser eso, un ejemplo gráfico.
Gracias por el cumplido.
Besos aplicados
Estimado Tordon.
I-¿Cuando habla usted de inteligencia musical,mi alma sufre una verdadera conmoción orgiástica al oír los regúeldos de mis queridos cerdos en la paz de los campos,teniendo como fondo musical el choque de la bellota contra el suelo...!
II-Disculpe este introito musical que sirva como telón de fondo para reivindicar que en la enseñanza ésta tan moderna y tan llena de estupideces multietnicas y solidarias,no haya un cerebro privilegiado que grite a los cuatro vientos una vuelta al Trivium medieval donde se diera en corpus único matemáticas,música y lenguaje.
III-Beatus ille qui procul modernarum stultiarum...
el porquero.
Preciosa la anécdota Brunística...
A lo que ibamos: He deducido leyendo su entrada, que las matemáticas y la música van unidas en el mismo lado del cerebro.
Esto me consuela.
Cuando empecé la EGB en el país vasco, más avanzado en aquellos años en cuanto a enseñanza (o sea, antes de que se inventaran la nueva geografía ibérica) empezábamos estudiando solfeo desde la más tierna infancia.
Descubrí que tenía una facilidad pasmosa para la teoría.
Lo de cantar en el baño ná de ná (y menos Maná que son unos plañideros, I´m sorry).
Pero los complejos de la época hicieron que en cuanto pisé la meseta castellana, mi progenitora dijera que ´para perder el tiempo siempre había idem´ y se empeño en que aprendiera inglés. Me rebelé.
Hoy en día para mi pesar...ni inglés, ni solfeo.
Me he ido por los cerros de Ubeda, me temo.
Voy a echar de menos sus ´inteligentes entradas´. Aunque no lo parezca, me han hecho reflexionar mucho, y disfrutar de una cura de humildad.
Pues mal voy en ese tipo de inteligencia... mis hijos me mandan callar en cuanto canto algo mínimamente más sofisticado que "El patio de mi casa".
¿Alguna sugerencia?
Besos con musiquita,
Alicia
"El vino que tiene Asunción ni es blanco ni es tinto ni tiene colorrrrrrrrrrrrrr"
¿Las habilidades etílico-cantoras también cuentan?
Pero , estimada Conguito, el hecho de que se acuerde de que son ocho ¡ya me parece un milagro!¡Si se me habia olvidado hasta a mi!
Y ahora que dice lo de la foto, caigo en la cuenta que además del vilonchelo (cuya presencia era mi única intención), existen otros elementos en la composición de la escena.
¡Es que no se puede uno distraer!
¡Mecagüen...!
Admirado Porquero:
Reconozco que el ¡oink, oink! de sus puercos retozones, combinado con el ¡tap,tap! de las bellotas al caer, constituyen una sinfonía de un lirismo exquisito. Eso ,con una Mahou y un bocata-jamón debajo de un alcornoque, tiene que ser la repera.
Y siguiendo con su horaciana inspiración que nos pide que nos comportemos “ut prisca gens mortalium”, y volvamos al Trivium, ¿no cree que incluso el mejor matemático- aunque domine la teoría- podría desafinar escandalosamente?
Pero coincido con usted en que música, lenguaje y matemáticas, deben ser ineludiblemente estudiadas, sea en corpus único o en corpus disiunctus.
Lo importante es ampliar la inteligencia pleisteinsionera de nuestros queridos retoños...
Saludos cordiales
Esta entrada suya sobre la inteligencia musical me ha hecho pasar un buen rato, Tordon, pero también me ha llenado de dudas. Incluso puede que haya juzgado mal algunas musicalidades que yo no consideraba inteligentes.
Por ejemplo, cuando un burro rebuzna quizá esté haciendo una demostración de su inteligencia musical. O cuando las masas enfervorecidas gritan: "Rajoy, capullo, queremos un hijo tuyo" o "Eto'o, cabrón, saluda al campeón", además de inteligencia lingüistico-verbal demuestran inteligencia musical.
Nada, nada, será cuestión de practicar.
Saludos.
...of course...
Bruni
Ni qué decir tiene que después de leer la entrada me he puesto a hacer lo de la mano para percibir las vibraciones... Y prometo que haré lo de cantar mi día por la noche: me ha parecido un ejercicio fantástico!!
Y como mejor respuesta a esta entrada, pues dejarle aquí una canción para usted. Besos, Don Tordon:
http://www.youtube.com/watch?v=Eh44QPT1mPE
No se preocupe, mi querida Fiebruqui, por su formación trovadora: Usted, al hablar, ya emite- sin pretenderlo- sonidos musicales, cadencias melodiosas, armónicas resonancias…Usted es más que música para nuestros embelesados oídos.
Y además, tiene gracia.
Besos, mi rubia musa de la Malagueta.
Mi querida Alicia:
¿Sugerencias?
1.- Mándeles usted callar a ellos.
2.- En su defecto, que los decibelios de sus coplas excedan a los de las filiales protestas.
3.- Venga a llorar conmigo, a mí me pasa lo mismo.
Besos
Esa habilidades etílicas, mi querida Velda, no solo cuentan ,sino que -en teoría- cuentan "el doble"
Bss
Los rebuznos y berridos varios de la masa, estimado Busca, solo prueban que algunos individuos tienen mayor número de cuerdas vocales que de neuronas.
Y ya sabe usted que pensar con la laringe no es buen negocio...
¡Dios nos libre de enfermedades tales!
Un fuerte abrazo.
Caramba, Bruni, es la primera vez en mi vida que no me dan calabazas a la primera.
A sus pies, walquiria.
...la "primera" vez y calabazas a la "primera" ,valga la redundancia.
Ya ves, Brunilda, los calores me espesan la mente.
Si bailo hoy el vals , seguro que también le piso sus zapatitos de charol.
Gracias, mi querida Mamá-rin, por su canción: Me ha traído unos recuerdos que algún día le explicaré con calma.
Besos, princesa segoviana.
No se ponga nervioso Tordón, solo es un baile
Sí, es solo un baile, pero , con ese vestido del finde, a ver donde pongo las manos...
Muy bueno, me ha encanado esta entrada..
saludos
Hey!! que estoy retrasada con las anteriores 6!! Estoy aplazada...ya voy leyendo, voy leyendo.
Jajajajaja. Después del comentario de mmarin, ahora entiendo lo de tu última entrada...jajajajaja...en fin, la verdad es que la canción es muy de tu estilo, sí.
Respecto a la inteligencia musical, yo no soy de tocar instrumentos ni cantar ni na, pero he recibido cierta educación paterna al respecto desde pequeña, ya que mis padres son increíblemente aficionados a la música clásica y la ópera en general. Y mis 4 primos madrileños tocan un instrumento cada uno: el violín, el clarinete, el piano y el violonchelo, todos ellos en alguna pequeña orquesta o banda de música actualmente, así que estoy algo familiarizada con el mundillo.
Ah!!Y mi hermano toca la gaita!
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